La familia real española ha vivido una de las citas más especiales en su paso por Oviedo. Este viernes, 25 de octubre, ha tenido lugar la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias en el Teatro Campoamor, un evento significativo y señalado en el calendario de la casa real. Año tras año, la edición de estos premios deja para el recuerdo numerosos momentos anecdóticos y curiosidades que, a veces, pasan desapercibidas para el ojo público.
La 44ª edición de los galardones ha tenido dos protagonistas principales. Por un lado, la princesa Leonor, quien ha marcado un importante hito en su trayectoria como futura monarca, y, por otro lado, la emoción de Joan Manuel Serrat, quien estaba al borde de las lágrimas al escuchar el discurso de la heredera. Pero también hubo otros muchos detalles y rostros protagonistas en la gala. ¿Qué fue lo que no se vio en los Premios Princesa de Asturias?
La tarde de este viernes, Oviedo se vistió de gala para acoger uno de sus grandes días. Todo empezó con el desfile de invitados que llegaban a las instalaciones del Teatro Campoamor, donde se vieron rostros como Feliciano López y Sandra Gago. En torno a las 18:30 horas, los reyes Felipe VI y Letizia, sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, y la reina Sofía se trasladaron desde el Hotel de la Reconquista al teatro. Los cinco posaron para los medios y mostraron sus impresionantes looks al mundo.
Miradas de orgullo
Y es justo aquí donde tuvo lugar un significativo momento que pasó desapercibido para los focos. La reina Sofía, quien se encontraba por primera vez con sus nietas en Oviedo, las saludaba con un beso antes de acceder al palco que hay reservado para ella en el Teatro Campoamor. Al adentrarse en el enclave, el público se ha puesto de pie para mostrarle su total apoyo en estos difíciles momentos, en el que se encuentra en el punto de mira tras el escándalo del rey Juan Carlos y Bárbara Rey. Un bonito gesto que ha emocionado en gran medida a la emérita.
En el patio de butacas también había otra abuela observando sumamente orgullosa a su nieta. Paloma Rocasolano, quien ocupaba su habitual lugar entre los invitados, también se ha emocionado al escuchar el discurso de Leonor. Por si fuera poco, Letizia no ha podido evitar pararse ante su madre durante su entrada el teatro. Las dos han puesto de manifiesto una vez más su gran unió y han permanecido unos minutos hablando antes de que empezase la ceremonia.
Los sentimientos a flor de piel también se hicieron palpables en los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel, Toñi, la madre de Carolina Marín o el propio Serrat, quien casi rompe en llanto al escuchar a Leonor recitando en catalán un verso de una de las primeras canciones que escribió. Bastante sorprendido por el detalle, Serrat no pudo evitar emocionarse, con unos gestos que evidenciaban sus nervios. Sumamente agradecido y repleto de orgullo, el Premio Princesa de Asturias de las Artes no dudó en acompañarse de una violinista para interpretar Aquellas pequeñas cosas, una de sus canciones más conocidas. Al terminar, fue Felipe VI quien se saltó el guion para agradecerle tan bonito gesto con los premiados y los espectadores.
El ‘adiós’ de Felipe VI
El discurso de Felipe VI ha tenido una tónica nostálgica y no es para menos, pues parece haberse ‘despedido’ de estos premios. Ya en la audiencia llevada a cabo en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, el monarca dejó que Leonor fuera la anfitriona y la gran protagonista del evento. Pero por si este cambio de papeles no fuese sumamente significativo, el soberano ha cedido su cargo como presidente de los premios a la heredera, asegurando que a partir de ahora será ella quien leerá la biografía de todos los premiados. De esta manera, el año que viene será la heredera quien presidirá la gala. Por último, ha sido la joven de 18 años quien ha puesto colofón final a la gala, pronunciado las conocidas palabras de “Quedan convocados los Premios Princesa de Asturias 2025″ que, hasta ahora, eran dichas por Felipe VI.
Un momento sumamente emocionante y un paso más en su cargo como futura reina de España por el que Felipe no pudo evitar emocionarse. Tanto que, al terminar la gala y trasladarse al hall del teatro, no dudó en fundirse en un abrazo con su hija. Allí, también cobró un gran protagonismo la reina Letizia, quien compartió varias confidencias con Leonor y la reina Sofía, demostrando la unión y complicidad que hay entre ellas. La jornada se daba por finalizada cuando, tras una calurosa despedida de los ovetenses, todos juntos pusieron rumbo de nuevo al Hotel de la Reconquista.
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