El inicio de temporada del FC Barcelona está siendo casi perfecto, a excepción de las derrotas frente al Mónaco en Champions League y Osasuna en la octava jornada de LaLiga. El próximo encuentro del Barça tendrá lugar en el Clásico, en el que se enfrentará frente al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. En el feudo blanco, aparecerán dos conjuntos con dinámicas radicalmente opuestas: el equipo merengue, a pesar de acumular recientes victorias y disponer de una de las mejores plantillas del mundo, no está generando un juego vistoso y dominante, a diferencia de la temporada pasada; mientras que, el equipo blaugrana está demostrando que es el equipo más en forma de Europa, más aún tras la victoria frente al Bayern de Múnich por 4 goles a 1.
Un recital ofensivo
Si por algo destaca el juego que despliega el Barça sobre el terreno de juego es la capacidad ofensiva. Un tridente de ataque que se iguala a la calidad que posee el Madrid con Vinícius, Mbappé y Rodrygo. En punta de ataque, se encuentra Robert Lewandowski, que se ha consagrado como el pichichi de la competición doméstica con 12 goles, doblando al segundo de la lista —Kylian Mbappé acumula seis goles en liga—.
Lamine Yamal, con tan solo 17 años, se ha adueñado de la banda derecha del Barcelona. El extremo derecho, Mejor Jugador Joven de la Eurocopa 2024, es indiscutible para Hansi Flick, por su velocidad, capacidad para el regate y asistencia a sus compañeros. El atacante español, en los 13 partidos que ha disputado entre LaLiga y Champions, ha conseguido un total de cinco goles y siete asistencias.
El tercero en discordia es Raphinha que, al igual que Lamine, sus carreras por el lado izquierdo se han vuelto habituales por la banda del Estadio Olímpico de Montjuic. Ha sido en esta temporada 24/25 cuando el extremo izquierdo brasileño ha mostrado todo su recital ofensivo. En la temporada pasada, el de Porto Alegre (Brasil) anotó diez goles y asistió 13 veces entre todas las competiciones que el Barça disputó. Con este inicio de competición oficial (nueve goles y seis asistencias), Raphinha superará las estadísticas de la temporada anterior.
La dura infancia de Raphinha
Raphinha, de nombre de pila Raphael Dias Belloli, nació el 14 de diciembre de 1996 en Restinga, un barrio complicado de la ciudad brasileña de Porto Alegre. Como muchos futbolistas cariocas, el atacante del Barça vivió con su familia en una zona de favelas, donde la presencia de drogas y delincuencia era una salida usual para muchos de los niños. Sin embargo, el joven Raphael nunca se desvió de su camino, en parte gracias a la educación de su familia. “Fue gracias a mi familia que nunca abandoné la escuela e ignoré las oportunidades que tuve de tomar el camino equivocado. Por ellos estoy aquí”, declaró Raphinha en un medio brasileño.
Muchos de sus amigos de la infancia optaron por elegir el camino contrario al que eligió él, tomaron el camino con el que conseguían dinero más fácilmente, es decir, el que involucraba al narcotráfico. Raphinha dijo que “caminó junto a la gente que se estaba perdiendo”. Además, añadió que perdió “muchos amigos en el mundo del crimen, en el narcotráfico… Amigos que jugaban diez veces mejor que yo y que podrían haber estado en un gran club de fútbol del mundo”.
Aunque él afirma que a su familia nunca le faltó un plato de comida en la mesa gracias al esfuerzo de sus padres, también expone que después de los entrenamientos, le entraba hambre y se “paraba en la calle y le pedía a la gente que me comprara algo para comer o un refrigerio”.
Todas estas vivencias, junto con su esfuerzo y actitud, le han permitido acabar en “el club más grande del mundo”, tal y como afirmó Raphinha. Club en el que han jugado leyendas brasileñas e ídolos suyos como Ronaldinho Gaúcho. “No pude hablar con él antes de venir aquí, pero estoy seguro de que me diría que siguiera mi sueño”, apuntó Raphinha sobre su referente de la infancia.