En España, una parte del salario de los trabajadores se destina al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Este tributo se retiene mensualmente y permite al Estado financiar servicios públicos esenciales como la educación, la sanidad, las infraestructuras y los programas sociales, además de ofrecer apoyo a los ciudadanos en situación de vulnerabilidad.
Su cuantía se divide en dos componentes: uno que es estatal, que se destina a las finanzas del Gobierno nacional, y otro que es autonómico, administrado por las comunidades autónomas. Esta estructura también se aplica a las personas no residentes en España, quienes deben informarse sobre la escala impositiva específica de su región para conocer el porcentaje que les corresponde pagar.
Es fundamental tener en cuenta los diversos factores que pueden influir en las retenciones del IRPF. Entre estos, se destacan la naturaleza del empleo, la existencia de ingresos adicionales o rentas, así como aspectos personales como el estado civil, la duración de los contratos laborales o una posible discapacidad del trabajador. Cada una de estas variables puede afectar significativamente la carga fiscal que debe asumir cada contribuyente.
Y los pensionistas también tienen que pagarlo. Según concreta la Seguridad Social, “las pensiones, cuya cuantía supere el importe anual legalmente establecido, están sujetas a tributación en los términos establecidos en las normas reguladoras del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y sometidas, en su caso, al sistema general de retenciones a cuenta del impuesto”. En el caso concreto de los jubilados, las retenciones que se aplican varían dependiendo de la cantidad de dinero que reciban al año.
Cuánto dinero te retienen según tu pensión
Este 2024, los jubilados que perciben una pensión contributiva se enfrentan a una nueva tabla de retenciones del IRPF:
- De 0 a 12.450 euros de pensión, los jubilados contribuirán con el 19%, dividido en un 9,5% para el tramo estatal y otro 9,5% para el autonómico.
- Para pensiones de entre 12.450 y 20.200 euros, la contribución incrementa al 24%, igualmente repartido entre el estado y la comunidad autónoma.
- Si los ingresos están entre 20.200 y 35.200 euros, la contribución será del 30%, con un 15% para el tramo estatal y otro 15% para el autonómico.
- En la franja de 32.500 a 60.000 euros, la retención es del 37%, dividido en 18,5% para cada tipo.
- Para pensiones entre 60.000 y 300.000 euros, el porcentaje sube al 45%, con un 22,5% para el estado y el mismo porcentaje para la comunidad autónoma.
- Finalmente, para aquellos que superan los 300.000 euros, la contribución asciende a un 47%, distribuyéndose en un 24,5% para el tramo estatal y un 22,5% para el autonómico.
Para verificar la información sobre las retenciones que les corresponden y ajustar cualquier posible discrepancia debido a cambios en su situación personal o familiar, los jubilados, al igual que cualquier otro contribuyente, deben contactar a la Agencia Tributaria. Este procedimiento garantiza que la retención del IRPF se mantenga actualizada y refleje correctamente la posición actual de cada pensionista.