Ábalos y Errejón ‘mueren matando’ a PSOE y Sumar: arden las banderas de la lucha contra la corrupción y la violencia machista

Los casos que involucran al exministro del PSOE y al exportavoz de Sumar ponen en duda hasta dónde escala la responsabilidad en el seno de sus formaciones. Estas tratan de desvincularse de quienes fueron sus referentes

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El exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón (izquierda), y el exministro del PSOE, José Luis Ábalos (derecha).
El exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón (izquierda), y el exministro del PSOE, José Luis Ábalos (derecha).

José Luis Ábalos e Íñigo Errejón son dos nombres propios que, más allá del devenir de las decisiones judiciales, ya han sido sentenciados política y mediáticamente. El primero fue una pieza clave en el PSOE y en el Gobierno de Pedro Sánchez, y el segundo fue clave en la construcción de la izquierda alternativa, primero con Podemos, luego con Más Madrid y Más País y, por último, con Sumar.

Pero ambos, en un breve lapso de tiempo, han muerto matando, ya que han arrasado con los cimientos de las propias siglas que representaban. Por un lado, Ábalos está al borde de la imputación por su “papel relevante y de responsabilidad” en la trama del cobro de comisiones en la compra de mascarillas al inicio de la pandemia, que se conoce como caso Koldo (por su ex-asesor, Koldo García). Por el otro, Errejón dimitió este jueves de todas sus responsabilidades políticas tras las acusaciones de violencia machista que, según Sumar y Más Madrid, el propio dirigente reconoció.

Salvando las distancias entre ambos, los casos que les envuelven nadan en la dirección contraria a los ideales que defendían desde la tribuna de oradores del Congreso y otros espacios bajo la tutela del PSOE y Sumar. La lucha contra la corrupción y la violencia machista son dos de los principales estandartes de los espacios liderados por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, pero su reputación está ahora en el punto de mira por las presuntas actuaciones de los expolíticos. No solo por las acciones en sí, sino por la responsabilidad de quienes presuntamente las cometieron.

Ábalos y Errejón, pesos pesados en sus partidos

Pedro Sánchez llegó a la Moncloa en junio de 2018 tras prosperar la moción de censura contra Mariano Rajoy después de la sentencia del caso Gürtel, que condenó al PP como responsable civil “a título lucrativo”. Ni más ni menos, fue Ábalos quien defendió esa iniciativa parlamentaria, que prosperó por primera vez en la historia. Entonces era secretario de Organización del PSOE, y repasó la sentencia de la Audiencia Nacional por la primera parte de la trama que se había conocido esos días. También afeó que ni el Gobierno popular ni Génova habían reaccionado de la única forma posible, esto es, con la dimisión de Rajoy.

Previamente, el exdirigente socialista había movido cielo y tierra para devolver a Pedro Sánchez a la Secretaría General del partido en 2017. Y, una vez en el Gobierno, fue una pieza clave como ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y hombre fuerte del presidente del Ejecutivo. También lo fue en el partido de la rosa como secretario de Organización, uno de los puestos con más poder.

El exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y Pedro Sánchez. (E. Parra/Europa Press)
El exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y Pedro Sánchez. (E. Parra/Europa Press)

En el caso de Errejón, el dirigente madrileño cofundó Podemos, y tras una lucha encarnizada de poder contra Pablo Iglesias, lideró una candidatura para las municipales y autonómicas del 2019 junto a Manuela Carmena, en la que él mismo aspiraba a llegar a la Puerta del Sol. Esta unión se sustanció en Más Madrid, aunque meses después, el propio Errejón se presentó a las generales bajo las siglas de Más País.

En representación de esta formación, ligada a la organización autonómica madrileña, Errejón revalidó su escaño en la Cámara Baja tras concurrir a las elecciones generales del 23 de julio de 2023 en la lista de Sumar, siendo el número cuatro por Madrid. Su papel en la legislatura fue de menos a más. Y es que, cuando su figura estaba diluida en un grupo compuesto por diferentes sensibilidades, el exdirigente se convirtió en portavoz. Pero no solo eso, Yolanda Díaz lo encumbró como miembro del Grupo de Coordinación de Sumar y le encargó la ponencia política de la primera asamblea del partido fundado por la vicepresidenta segunda del Gobierno.

La sombra de la sospecha se posa sobre sus principales líderes

Aunque PSOE y Sumar tratan estos asuntos como casos aislados en el partido, la oposición exige explicaciones y pone el foco en sus principales dirigentes. “Sumar ya tiene a su Ábalos”, resumió el PP tras la renuncia de Errejón. La formación de Alberto Núñez Feijóo ya apuntaba a Pedro Sánchez por el caso Koldo, y ahora también señala a Yolanda Díaz por la dimisión del exdirigente madrileño. Se da la circunstancia de que los casos que involucran al exministro del PSOE y al exportavoz de Sumar ponen en duda hasta dónde escala la responsabilidad en el seno de sus formaciones.

A pesar del peso que tuvieron Ábalos y Errejón en sus partidos, las dos formaciones que sostienen el Gobierno de coalición tratan de desvincularse ahora de ellos. Ambos han sacado pecho de su actuación y les han condenado al ostracismo. En el caso del primero, el PSOE le señaló la puerta de salida apenas cinco días después de que estallara el caso Koldo, que al principio solo implicaba al ex-asesor del exministro. Ante la negativa del exdirigente socialista a dejar su acta, Ferraz le suspendió cautelarmente de militancia y abrió la vía a expulsarlo del partido, un proceso que todavía continúa abierto.

El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha admitido este miércoles que en abril de 2020, una vez que se adjudicaron, fue conocedor de los contratos de su departamento (Fuente: Congreso)

Los socialistas ya tienen asumida la imputación de Ábalos y se apartan de su figura. En privado, quien se atreve a hablar de él lo hace para mostrar su decepción. El Gobierno le dejó caer y el partido busca delimitar la causa al exdirigente socialista. Pero los interrogantes que arrojan las pesquisas sobre el caso Koldo dejan preguntas sin resolver: la UCO cuestionó el relato defendido por el presidente del Gobierno sobre la polémica reunión en enero de 2020 entre el exministro socialista y la número dos de Maduro, Delcy Rodríguez, sobre quien pesa una prohibición de pisar suelo europeo.

Tampoco está claro el motivo del cese fulminante como ministro de José Luis Ábalos, en julio de 2021, después de que Moncloa haya alegado que el líder del Ejecutivo fue engañado por el extitular de Transportes con motivo de dicha reunión “informal”. Contra todo pronóstico, Ábalos volvió a ser incluido en las listas para las elecciones generales del 23-J y revalidó su escaño.

Yolanda Díaz conversa con Íñigo Errejón. (J.J. Guillen/EFE)
Yolanda Díaz conversa con Íñigo Errejón. (J.J. Guillen/EFE)

En cuanto a Errejón, Sumar explicó que, cuando tuvieron constancia de las denuncias anónimas contra él por comportamientos machistas, se abrió una investigación que acabó con la dimisión forzada del exportavoz del partido en el Congreso. Lo cierto es que, más allá de las explicaciones exigidas por la formación de Yolanda Díaz, el exdirigente seguía siendo una cara visible en los medios hasta que renunció este jueves.

Y no solo eso. Excargos de Sumar revelaron que esas denuncias que circulaban en las redes desde hace más de un año señalaban “específicamente” a Errejón y que “no se prestó la atención que se debía haber prestado”, como apuntó María Eugenia Rodríguez Palop, eurodiputada con Unidas Podemos y fichaje de Yolanda Díaz, que dejó todos sus cargos en Sumar en julio para volver a la docencia. Pese a estas informaciones, la formación de la ministra de Trabajo optó por Errejón para sustituir a Marta Lois al frente de la portavocía en el Congreso y le eligió como cerebro ideológico del partido.

Una de esas denuncias pone el foco en Loreto Arenillas, diputada de Más Madrid en la Asamblea y portavoz en la comisión de Mujer, quien, según el testimonio de una denunciante anónima en la red social X, medió para impedir que prosperara una denuncia contra Errejón por acoso sexual en un festival en Castellón de la Plana. El partido madrileño exigió la dimisión de quien fuera jefa de gabinete de Errejón y, ante su negativa, anunció “el cese de todas sus responsabilidades y cargos en el partido”.

La formación liderada por la ministra de Sanidad, Mónica García, confesó este viernes que Arenillas “tuvo conocimiento” de estos hechos y, “a título personal, inició un proceso de mediación con las mujeres afectadas tratando de aclarar lo sucedido”. Más Madrid alegó que la diputada “no informó al partido de las acusaciones ni de este proceso” y, tras hacerse pública la acusación de acoso, “nos pusimos en contacto con Loreto Arenillas y le pedimos que pusiera a disposición de las víctimas los mecanismos de denuncia con los que contamos, sin recibir respuesta por parte de ellas, por lo que dimos por cerrado el caso. Hoy somos conscientes de que fue una actuación completamente insuficiente y asumimos la responsabilidad de las consecuencias que esta actuación haya podido tener”, reconoció la formación madrileña en un comunicado.

Sobre Errejón, el partido aclaró que “no era cargo público de Más Madrid desde hacía tiempo, pero es evidente que es una persona que ha sido parte importante de la historia de Más Madrid, que ha militado en nuestro partido y nos hacemos cargo, nos duele y nos decepciona de manera muy directa y profunda”. A raíz del escándalo, el partido de Mónica García anunció “una reflexión colectiva sobre cómo afrontar mejor estas situaciones”, así como un proceso de “revisión” de su protocolo de acoso y el mecanismo de denuncias para “reforzarlos y asegurar que las víctimas se sientan seguras en nuestra organización”.

Íñigo Errejón renuncia a su escaño en el Congreso y deja la política.
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