Supera un cáncer, le extirpan un riñón y un año después gana la lotería: “Ahora quiero asegurarme de que disfruto de cada momento”

De vez en cuando nuestra vida puede cambiar de manera inesperada y lo que ahora supone una guerra constante, en unos meses puede desaparecer de las preocupaciones y pensamientos diarios. Y es que a veces los milagros aparecen de forma fortuita para transformar el mayor pesar en un mero recuerdo del pasado. Esto mismo le ha pasado a un hombre de 66 años en Great Yarmouth, Norfolk, pues su vida ha dado un giro de 180 grados en los últimos doce meses.

John Lingard es un ingeniero de mantenimiento informático que, hasta hace un año, tenía una lucha abierta con el cáncer. No obstante, una vez diagnosticado, se sometió a una operación con el objetivo de extirparle el riñón afectado por la enfermedad e interrumpir su propagación. Así, cuando salió de quirófano, recibió el certificado de buena salud. A partir de ese momento, su vida no volvió a ser la misma.

Una vez superado el cáncer y haber sido sometido a una operación para extraer un riñón, John Lingard, de 66 años, ha conseguido uno de los sueños de millones de personas: ganar la Lotería Nacional. El afortunado ingeniero ha confesado que: “Siempre creí que algún día ganaría a lo grande. Pero ahora que sucedió, me costó un poco acostumbrarme”, según sus declaraciones a la National Lottery. Sin duda, lo más curioso es que este premio ha llegado justo un año después de haberse sometido a la intervención quirúrgica.

Ante esta situación, el hombre ha revelado sentirse como si estuviera “en una nube″. Y es que, después de haber jugado a la lotería durante 30 años, ha ganado un premio de 500.000 libras (599.350 €), exactamente un año después de haber estado en una sala de operaciones. Por este motivo, admitió que el motivo de celebración no se resumía solo a “ganar la lotería, sino por la vida”.

Pero la forma en la que se enteró de que había obtenido el premio también es digna de la causalidad que envuelve su caso. Al parecer, el señor Lingard compró una participación para el sorteo de Thunderball el pasado 25 de septiembre. Al día siguiente recibió un mensaje de felicitación, pero como el ingeniero no vio un aumento en el banco, “se puso a trabajar y no le dio más vueltas al asunto”.

Así, veinticuatro horas después, “finalmente leí mis mensajes y empecé a darme cuenta, aunque no del todo, porque a primera vista pensé que eran £500,10″, confesó el señor Lingard. No obstante, con un segundo repaso, se dio cuenta de que el premio real que había ganado era de “500.000 libras más 10 libras de otra línea. En ese momento decidí que conducir no era una buena idea y caminé hasta la tienda local”.

De este modo, ha decidido invertir este dinero en volver a Tenerife, para disfrutar del sol invernal de las islas españolas. “También podría buscar una casa mientras estoy en la isla. Sería bueno tener un refugio para el futuro y también sería una manera de compartir mi buena suerte con mis seres más cercanos, quienes también podrán usarla para sus vacaciones”, ha afirmado en una entrevista con la National Lottery.

Igualmente, se ha negado a jubilarse por el momento: “Siempre he trabajado y, aunque disfruto pasar tiempo con amigos y me encanta jugar al golf, seguiré trabajando, aunque sea a tiempo parcial, durante un tiempo más”. Y es que “después de haber pasado por un momento tan difícil con mi diagnóstico y tratamiento de cáncer, quiero asegurarme de aprovechar al máximo cada momento, ya sea en el trabajo, el descanso o la diversión”, afirma el ingeniero.

Además, el señor Lingard confesó haber visitado un sitio donde un año antes le dio “paz” y pudo “procesar las implicaciones” a cerca de su tratamiento: la playa de Gorleston. De esta forma, “nunca podría haber soñado” con volver al mismo sitio para celebrar una victoria de este tipo, doce meses después.