Quedan menos de 48 horas para terminar con toda alternativa posible a la negación: ya no queda rastro del verano en España. Hace semanas que empezó el otoño, el frío parece abrirse paso y los días son cada vez más cortos. Y lo serán aún más. Este domingo 27 de octubre se llevará a cabo el cambio al horario de invierno, lo que tendrá un impacto directo en las horas de luz.
De esta forma, como es habitual, el cambio se llevará a cabo a las 3:00 de la madrugada. En este momento los relojes se retrasarán una hora y volverán a marcar las 2:00. En el caso de las Islas Canarias, el ajuste se realizará a las 2:00 de la madrugada, cuando los relojes se atrasarán para marcar la 1:00. Este horario se mantendrá hasta el 30 de marzo de 2025.
Por qué es distinto el horario de invierno al de verano
El horario de invierno y el de verano se diferencian para mejorar el aprovechamiento de la luz natural y disminuir el consumo energético. En primavera, los relojes se adelantan para extender la luz solar en las horas de actividad, reduciendo la dependencia de iluminación artificial por la tarde. Así pues, con la llegada del otoño, los relojes se atrasan, sincronizando el amanecer con el inicio de la jornada laboral para favorecer el uso de luz natural en las primeras horas del día.
Ahora bien, a pesar de que la eficiencia energética sea el principal objetivo de esta práctica, lo cierto es que no está claro que esté siendo algo realmente útil en este sentido. Además, el cambio de horario no solo suscita dudas sobre su eficiencia energética, sino también sobre su impacto en la salud pública. Muchos ciudadanos aseguran haber tenido efectos adversos como náuseas, dolores de cabeza, insomnio y alteraciones en el estado de ánimo asociados a esta práctica.
Ante esto, crece el número de voces que abogan por eliminar el cambio horario. Sin embargo, aunque esta propuesta está en debate en las mesas de negociación europeas, aún no se ha alcanzado un acuerdo definitivo para su erradicación.
Qué horario escogería España si se acaba el cambio de hora
La Comisión Europea propuso en su momento acabar con el cambio de hora, fijando marzo de 2019 como la fecha para el último ajuste estacional. Sin embargo, la falta de consenso entre los Estados miembros y las evaluaciones de impacto pospusieron la decisión hasta 2021, ofreciendo a cada país la opción de adoptar permanentemente el horario de invierno o el de verano. No obstante, la llegada de la crisis del covid-19 y la posterior guerra de Ucrania retrasaron la aplicación de esta medida.
España aún no ha definido un huso horario definitivo. La información disponible para la administración española incluía, entre otros documentos, una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de noviembre de 2018, en la que el 65 % de los participantes expresó su preferencia por el horario de verano. También se contó con un informe de un comité de expertos, creado en septiembre de 2018 para evaluar los posibles efectos de esta medida.