El método para aumentar un 20% la cuantía de la pensión de incapacidad permanente

A la subida del 3,8% de las prestaciones contributivas que entró en vigor el 1 de enero de 2024 en España, se une otro aumento en la cuantía del que pueden disfrutar quienes cumplan ciertos requisitos

Persona en silla de ruedas (Freepik)

Parcial, total, absoluta y de gran invalidez. Son estos los cuatro grados que existen dentro de las pensiones de incapacidad permanente en España. La Seguridad Social gestiona esta prestación que se dirige a las personas que sufren la pérdida de ingresos como consecuencia de una enfermedad o accidente que reduce o anula su capacidad laboral. Como ha ocurrido con otras ayudas, esta también ha empezado 2024 con cambios y sus beneficiarios pueden recibir un incremento en la cuantía, siempre y cuando cumplan ciertos requisitos.

Incapacidad permanente total, la única que opta al aumento

La incapacidad permanente total es una prestación contributiva que la Seguridad Social otorga a trabajadores que, debido a una enfermedad o lesión, ven limitadas sus posibilidades para continuar en su profesión habitual. A diferencia de otros tipos de incapacidad, los beneficiarios de la incapacidad permanente total pueden trabajar en otros sectores que no entren en conflicto con las limitaciones que dieron lugar a la prestación. Esto permite a los beneficiarios seguir activos en el mercado laboral en ocupaciones alternativas.

En términos generales, la pensión de incapacidad permanente total equivale al 55% de la base reguladora del trabajador, lo que garantiza una ayuda económica de carácter contributivo. Sin embargo, si la persona cumple con una serie de requisitos específicos, puede solicitar un incremento que eleve su prestación al 75% de la base reguladora, lo que supone un alivio financiero importante para estos pensionistas. Para poder solicitar este aumento del 20% en la pensión, que en algunos casos puede traducirse en cientos de euros adicionales al mes, los beneficiarios deben cumplir con las siguientes condiciones:

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  • Edad mínima: tener 55 años o más.
  • Situación de desempleo: no estar activo en el mercado laboral, lo que implica no recibir ingresos por trabajo en ninguna otra actividad.
  • Edad de jubilación: no haber alcanzado la edad de jubilación ordinaria.

Si se cumplen estos requisitos, el beneficiario puede acceder a la incapacidad permanente total cualificada, lo que incrementa su pensión al 75% de la base reguladora. Este incremento se entiende como un reconocimiento a las dificultades adicionales que enfrenta una persona de edad avanzada para reincorporarse al mercado laboral y, al mismo tiempo, busca garantizar una mejor calidad de vida hasta la jubilación.

La nueva vía digital para la solicitud del incremento

La Seguridad Social ha habilitado un nuevo portal en línea para facilitar la solicitud de este incremento. A través de la página web de la Seguridad Social, los ciudadanos pueden acceder a una sección dedicada a pensiones y prestaciones, donde se incluye un apartado específico para la incapacidad permanente. Esta opción permite a los beneficiarios realizar la solicitud de forma remota, evitando trámites presenciales y mejorando la eficiencia en el proceso de concesión.

Según el comunicado de la Seguridad Social, esta nueva herramienta es una forma de simplificar los trámites y de que los ciudadanos puedan gestionar sus prestaciones de manera más ágil. La página permite, además, consultar el estado de la solicitud y recibir notificaciones relacionadas con el proceso.

Un abogado explica los requisitos para recibir la pensión de incapacidad permanente por ansiedad generalizada.

Otras consideraciones sobre la incapacidad permanente

Cabe recordar que la incapacidad permanente total otorga al beneficiario la consideración de persona con un grado de discapacidad equivalente al 33% en el ámbito laboral. Esto permite a los beneficiarios de esta pensión acceder a oportunidades de empleo específicamente destinadas a personas con discapacidad, tanto en el sector público como en el privado. Este tipo de reconocimiento facilita el acceso a ciertas ventajas fiscales y beneficios laborales, incluyendo la posibilidad de participar en programas de formación y empleo subvencionados, pensados para mejorar la inclusión laboral de personas con limitaciones permanentes.

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