Cristina Fallarás, tras publicar la denuncia que acabó con Íñigo Errejón: “Me escribieron más mujeres diciendo que se sentían identificadas”

“Nos tendríamos que preguntar por qué me cuentan a mí los testimonios en lugar de contarlos en un juzgado”, critica la periodista en unas declaraciones a ‘Infobae España’

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Imagen de archivo de Cristina Fallarás en 2018. (Europa Press)
Imagen de archivo de Cristina Fallarás en 2018. (Europa Press)

La escritora, periodista y activista Cristina Fallarás (Zaragoza, 1968) lleva años haciéndose eco de testimonios de mujeres que cuentan, casi siempre en primera persona, episodios de agresiones, maltrato y otro tipo de violencia que han sufrido. Su iniciativa comenzó en abril de 2018 bajo el hashtag #Cuéntalo, y continuó después de la agresión a la futbolista Jenni Hermoso por el beso no consentido de Luis Rubiales con la etiqueta #SeAcabó. Desde entonces, Fallarás ha publicado a través de las redes sociales centenares de experiencias recogidas.

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Este proyecto personal, trasladado a Instagram después de que se viera obligada a abandonar Twitter (ahora X) por las constantes amenazas recibidas, cobró este jueves un nuevo impulso. Y es que, una denuncia anónima sobre supuestos comportamientos machistas, publicada en esta red social hace tres días, fue el detonante de la dimisión del hasta ayer portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, que se consumó mediante una carta publicada en X por el propio dirigente político.

El testimonio anónimo publicado en Instagram que forzó la dimisión de Íñigo Errejón
El testimonio anónimo publicado en Instagram que forzó la dimisión de Íñigo Errejón

“Yo recojo testimonios de mujeres que me relatan la violencia sexual que han sufrido o que sufren porque no quieren ir a los juzgados, a la policía o a los medios de comunicación (por alguna razón será –ironiza–), y los cuelgo”, narra en unas declaraciones a Infobae España. “Me llegó este y lo colgué de forma anónima, como todos. En el relato no se nombraba a Íñigo Errejón, pero en las redes cogieron el relato y enseguida empezaron a señalar a Íñigo Errejón, también por lo que sea. Entonces ahí empezó a crecer la bola de nieve y acabó con la dimisión de Íñigo Errejón”, prosigue.

Fallarás subraya que su papel consiste en publicar relatos de víctimas. “Nos tendríamos que preguntar por qué me los cuentan a mí en lugar de contarlos en un juzgado”, critica la periodista. “Y acto seguido me escribieron unas cuantas mujeres diciendo que a ellas también les había pasado algo similar y que se sentían identificadas”, desvela. En este sentido, cabe destacar que, según Sumar y Más Madrid, Errejón confirmó la veracidad de las acusaciones.

La denuncia anónima, el detonante que desveló un “secreto a voces”

Fallarás se cuestiona si este testimonio “le ha sorprendido a alguien”: “No sé a quién puede sorprenderle. Desde luego, en mi entorno no”. Y es que, los rumores y versiones que relacionaban a Íñigo Errejón con presuntos comportamientos machistas era un “secreto a voces” encallado en la ausencia de pruebas fehacientes y contrastables.

De hecho, un mes antes de las elecciones generales de 2023, una joven, sin ser identificada, narró en X una supuesta agresión sexista en la que señaló directamente al exportavoz de Sumar en el Congreso. Si bien, la denuncia no aportaba pruebas más allá del relato de la presunta víctima, lo que evitó que tuviera eco por parte de la mayoría de medios de comunicación tras una reflexión sobre la conveniencia de dar voz a este testimonio.

“Si los partidos no tienen mecanismos que gestionen y fiscalicen la violencia machista, si no existen protocolos, seguirá pasando”

Sin embargo, según subrayan a Infobae España fuentes del entorno del político madrileño, la denuncia anónima publicada por Cristina Fallarás fue la gota que colmó el vaso en el seno del espacio político a la izquierda del PSOE, aglutinado en el Congreso en torno a Sumar, el grupo liderado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

Sobre la reflexión que deja este caso, con consecuencias políticas de enorme calado, la periodista cree que “si los partidos no tienen mecanismos que gestionen y fiscalicen la violencia machista, si no existen protocolos, seguirá pasando. Y es una vergüenza que los partidos no los tengan”, zanja.

Íñigo Errejón renuncia a su escaño en el Congreso y deja la política.
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