La reina Letizia entró a la familia real española el 22 de mayo de 2004 al casarse con el hijo de Juan Carlos I en la Catedral de Santa María de la Real de la Almudena de Madrid. Don Felipe, quien en ese momento era Príncipe de Asturias, acudió acompañado por primera vez de su esposa en la gala de los Premios Príncipe de Asturias en el Teatro Campoamor de Oviedo ese mismo año. Y desde ese momento, aunque al año siguiente fuera muy destacada su ausencia, Letizia Ortiz ha sido una de las grandes protagonistas del evento a lo largo de estos veinte años.
En 2004, todos los focos y miradas se centraron en una Letizia tímida y reservada que llegaba con la mirada baja mientras que su marido saludaba a todos los presentes. Ella, originaria de la ciudad que la ovacionaba, optó por la moda española de la mano de Felipe Varela, el mismo diseñador que había vestido a su madre y sus hermanas cinco meses antes para su enlace.
La firma la vistió con un abrigo con una levita de cuello Mao y solapas que realzaban su cintura y cadera. Y bajo este, asomaba una falda recta y una blusa de gasa con cuello lazado, todo en color leche manchada. Acompañada de un bolso-melone de metal en tono oxidado y unos tacones que imitaban la piel de reptil en el mismo color que el conjunto, la nueva princesa se adentraba en el teatro.
Dentro de este, ocurrió un gesto que sorprendió a los presentes y que demostró el amor que se procesaba la pareja recién casada. “La ceremonia de este año adquiere para mí un nuevo y emocionante significado, pues me acompaña por primera vez mi esposa, la Princesa de Asturias”, confesó don Felipe, mientras que su mujer no podía evitar que las lágrimas estuvieran a punto de salir.
Un año después, se produjo su destacada ausencia que escondía un gran motivo: doña Letizia se encontraba embarazada de prácticamente nueve meses. Diez días después de la gala, el 31 de octubre, nacería la que hoy es Princesa de Asturias y este viernes protagoniza la ceremonia de entrega de los premios, un año después de su debut y su primer discurso. No obstante, a lo largo de estos años el papel de la Reina ha cambiado considerablemente.
No solo sus estilismos se han visto modificados a lo largo de estos años, sino que su confianza y entereza han demostrado que es un miembro más de la Casa Real española. Desde su aparición embarazada de la infanta Sofía en 2006 hasta su primera vez como oficialmente Reina de España, el papel de doña Letizia ha ido adaptándose a una casa real cada vez más “feminista”, como la describió Pilar Eyre en la pasada edición de Lecturas.
En 2014, los actuales reyes estrenaban una nueva etapa en la monarquía y, por ello, Leonor adoptaba el papel de futura Princesa de Asturias. “Quedan convocados los Premios Príncipe de Asturias 2015… perdón, los Premios Princesa de Asturias 2015″, se confundió Felipe VI, provocando así las risas del público y siendo calmado por la Reina con un tierno beso en la mejilla. Un año más tarde, ella luciría las joyas de pasar de la Corona: el collar de la reina María de las Mercedes, esposa de Alfonso XII, y los pendientes de perlas y diamantes de Ansorena.
En cuanto a sus estilismos, la reina Letizia apostó durante quince años por su diseñador de cabecera: Felipe Varela. Junto a este, experimentó entre encajes, tul, brocados y evasé, aunque siempre respetando sus gustos y de acuerdo a la moda del momento. Sin embargo, en 2020 sorprendió a todos al optar por primera vez por el reciclaje, llevando al evento un vestido del sello de Josep Font para la firma Delpozo que ya lució anteriormente en los premios As del deporte en 2017, y un año después en un encuentro con el presidente y la primera dama de Francia.
Y es que, desde hace varios años, la Casa Real no solo ha adoptado una actitud más feminista y que otorga un mayor protagonismo a las mujeres de la institución, sino que también apuesta por la sostenibilidad. En numerosos eventos a los que acude la Reina se puede observar cómo sus looks ya han sido utilizados en ocasiones anteriores, pero cambiando los complementos o el estilismo.
Sin embargo, el pasado año 2023, Letizia arriesgó con su diseño más sexy hasta el momento. La monarca se decantaba por Carolina Herrera por segunda vez en la gala de premios y lucía un vestido negro entallado con escote asimétrico de una manga, algo muy distinto a lo que nos tiene acostumbrados. Para acompañar al diseño, eligió unos zapatos que contrastaban totalmente con el minimalismo del look. Se trataban de unos tacones de 7,5 cm con acabado joya conocidos como Gatsby Sling 75 Soft Gold, de la firma italiana Aquazzura. Con un precio de 995 euros, decidía combinarlos con unos pendientes de aro, su inseparable anillo de Coreterno y un bolso clutch de raso también negro de Lambertson Truex y que ya había utilizado en anteriores ocasiones.
De esta manera, queda conocer cómo será el papel de la Reina este viernes 25 de octubre durante la segunda gala presidida por su hija, la princesa Leonor. Y, sobre todo, qué estilismo escogerá para este día que se enmarca en rumores de crisis por su determinante y dominada posición dentro de la institución, tal y como apuntó Pilar Eyre en el anterior número de la revista Lecturas.