El legado de Los Vigilantes de la Playa, una de las series de televisión más icónicas, sigue perdurando varias décadas después de su emisión. Estrenada en 1989, la serie fue pionera en presentar a un equipo de socorristas en las playas de California y, posteriormente, en Hawái. El programa se mantuvo en antena hasta el año 2001, acumulando un total de 11 temporadas marcadas por sus tramas extravagantes que iban desde terremotos hasta asesinos en serie y encuentros ficticios con sirenas.
Jeremy Jackson, quien interpretó a Hobie Buchannan en la popular serie, ha compartido datos impactantes sobre su vida en el nuevo documental After Baywatch: Moment in the Sun. En dicho documental, Jackson detalla sus problemas de adicción durante su tiempo en la serie, problemas que supusieron un desafío personal inmenso detrás de las cámaras.
Según relató el actor, la situación en el set se intensificó cuando enfrentó una confrontación con su coprotagonista David Hasselhoff, quien le preguntó sobre un posible consumo de marihuana: “Recuerdo que David me dijo: ¿Estás fumando marihuana o algo así?”, expresó Jackson. Sin embargo, la realidad era aún más grave, ya que el actor estaba consumiendo metanfetaminas. “Cuando no has dormido durante cinco días y has estado fumando metanfetamina, que alguien te pregunte si estás bien es lo peor que te puede pasar”, confesó Jackson durante el documental.
A pesar de los desafíos personales y las luchas internas, la relación de Jackson con Hasselhoff y otros miembros del reparto como David Chokachi y Nicole Eggert ha permanecido sólida, según han recogido desde Antena 3. “Mi viejo DH y yo hablamos mucho y todavía pasamos tiempo aquí y allá”, reconoció Jackson. En relación con Eggert, quien actualmente enfrenta una batalla contra el cáncer de mama, Jackson expresó: “Es una historia de éxito para cualquiera. Ella es un ser humano especial”.
“Cuando ese aspecto espiritual no está intacto, tiendo a derrumbarme”
Otro aspecto relevante de su vida que Jackson aborda en el documental es su tiempo en prisión en 2017, debido a su implicación en un presunto apuñalamiento. Jackson recordó: “Me estaba hundiendo en una espiral, sin duda. Mi vida se me escapaba de las manos como arena”, una declaración que refleja los momentos difíciles que vivió fuera de la pantalla.
Actualmente, el actor ha reencauzado su vida y se encuentra centrado en su negocio, Jeremy Jackson Fitness, con el que busca ayudar a personas que también enfrentan problemas de dismorfia corporal, ansiedad y depresión. “Me he puesto en muy buena forma, pero me di cuenta de que cuando ese aspecto espiritual no está intacto, tiendo a derrumbarme”, reflexionó Jackson.
Rinalmente, el empresario ha declarado su estado de “remisión” respecto a su adicción, e insistió en que la adicción debe verse como un problema de salud mental, y no de moralidad: “¿Estoy en remisión de la enfermedad crónica, fatal y progresiva que una vez me aquejó? Sí, gracias a Dios. Sí, lo estoy”, afirmó el actor. La vida de Jackson tras Los Vigilantes de la Playa muestra tanto los retos que afrontó como los pasos que ha dado hacia una recuperación y estabilidad personal, constituyendo así su testimonio una fuente de inspiración para otros que luchan contra las adicciones.