En los últimos 15 años, las pensiones en España han experimentado un proceso de revalorización constante, aunque no siempre suficiente para evitar la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas frente al aumento del costo de vida. Las pensiones de jubilación, tanto contributivas como no contributivas, son un tema de gran relevancia económica y social, ya que afectan a millones de personas en todo el país. Desde 2008, el aumento de las pensiones ha seguido, en gran parte, al Índice de Precios de Consumo (IPC), aunque con algunas excepciones notables.
Sin embargo, en ocho de los últimos 15 años, la subida de las pensiones ha sido inferior al incremento medio del IPC, lo que ha resultado en una pérdida de poder adquisitivo para muchos pensionistas. Por ejemplo, 2022 fue uno de los peores años en términos de poder adquisitivo, ya que el IPC se disparó un 8,4% debido a la crisis energética generada por la guerra en Ucrania. Sin embargo, las pensiones solo aumentaron un 2,5% ese año, lo que se tradujo en una pérdida de 5,9 puntos porcentuales . Para compensar esta desviación, el Gobierno aprobó una revalorización del 8,5% en 2023, ajustando las pensiones al IPC del año anterior. A lo largo de estos años, ha habido otros momentos clave. En 2020, los pensionistas ganaron poder adquisitivo, con una subida de las pensiones del 0,9%, frente a un IPC negativo del -0,3% .
Evolución de las pensiones en los últimos 15 años
Para entender mejor cómo han evolucionado las pensiones, es útil examinar los datos año a año, comparando las subidas de las pensiones con las variaciones del IPC. A continuación, presento una tabla con los datos más relevantes:
Cambios en el cálculo de la revalorización
El método para revalorizar las pensiones ha cambiado varias veces durante la última década. Hasta 2013, las pensiones se vinculaban al IPC, pero con la reforma del gobierno de Mariano Rajoy se introdujo un nuevo sistema que limitaba el aumento de las pensiones al 0,25%, incluso si la inflación era superior. Este sistema estuvo vigente hasta 2021, cuando se restableció un mecanismo que volvía a ligar las pensiones al IPC.
Con la entrada en vigor de la Ley 21/2021, la revalorización de las pensiones se ajusta anualmente de acuerdo con la inflación registrada el año anterior, lo que garantiza que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo debido al aumento de los precios. Esta medida, aplicada desde 2022, busca estabilizar los ingresos de los pensionistas y protegerlos frente a la inflación.
Expectativas para el IPC en 2025
De cara a 2025, el panorama económico sigue siendo incierto. Aunque la inflación ha mostrado signos de moderación tras los picos alcanzados en 2022, aún no se descartan fluctuaciones debido a la volatilidad en los precios de la energía y los efectos prolongados de la crisis global. Sin embargo, con el sistema actual, la revalorización de las pensiones seguirá vinculada al IPC, lo que asegura que, independientemente de las variaciones, las pensiones se ajustarán cada año en función de la inflación.
Se espera que el incremento en las pensiones para 2025 esté alineado con el IPC medio de 2024, como lo estipula la nueva normativa. Si la inflación se mantiene moderada, como anticipan algunas previsiones, el aumento podría situarse entre el 2% y el 3%. En cualquier caso, los pensionistas estarán mejor protegidos frente a las pérdidas de poder adquisitivo que sufrieron en años anteriores.
Perspectivas de mejora y desafíos
Aunque las pensiones han experimentado subidas continuas, los sindicatos como CCOO han señalado que aún queda camino por recorrer. Durante la crisis financiera, las pensiones perdieron poder adquisitivo, especialmente entre 2011 y 2014, y los economistas sugieren que las revalorizaciones deberían superar el IPC en los próximos años para compensar esas pérdidas históricas.