Los Premios Princesa de Asturias han comenzado sus actos este jueves 24 de octubre y la princesa Leonor se ha coronado como la protagonista absoluta. A solo unos días de cumplir 19 años, la heredera al trono ha recibido el título de alcaldesa Honoraria de Oviedo en el Ayuntamiento de la ciudad, y después se ha desplazado hacia el Consistorio de la Biblioteca del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo para recibir la Medalla de Asturias.
Una multitud de personas se han acercado para recibir y vitorear a la hija de los reyes Felipe y Letizia, quien no ha dudado en abandonar el protocolo para acercarse a ellos. Con un elegante traje en color azul celeste que ha sido alabado por los expertos, la Princesa de Asturias ha emitido su discurso más personal y emotivo. Haciéndose eco de sus raíces asturianas, ha nombrado los numerosos recuerdos que guarda junto a su hermana, la infanta Sofía, y toda su familia materna.
“Os confieso que vine muchas veces con mi madre y mi padre a Asturias durante mi niñez. Mi familia asturiana es muy asturianona, ya me entienden, y pude desde bien pequeñina conocer los bosques de Oriente y dar paseos largos entre aquellos carballos y castaños que ya forman parte de mi infancia”, ha comenzado diciendo.
Y acordándose de su bisabuela Menchu Álvarez del Valle, fallecida en 2021, la hija de doña Letizia ha recordado que “nos contaba a Sofía y a mí cómo era la Asturias en la que vivió y formó su familia”. “Disfrutamos mucho con sus historias de la radio de aquella época”, ha mencionado la joven.
“Recorrí playas preciosas, conocí montes, valles y pueblos increíbles, me aficioné a los oricios (así llaman los asturianos a los erizos de mar) ante la cara de extrañeza de mi hermana...”, ha comentado, para después confesar: “Las dos hemos sido muy felices aquí. Y lo somos cada año cuando venimos a impulsar los valores que promueve la Fundación Princesa de Asturias”.
“Por eso hoy me siento tan agradecida y por eso esta mañana de otoño es tan especial para mí”, ha admitido muy emocionada. Por ello, ha “agradecido de corazón” al Gobierno del Principado Asturias la concesión de la Medalla del Principado y a la ciudad de Oviedo el título de Alcaldesa Honoraria, apuntando que recibe estas distinciones “con respeto y con la certeza de que, como lo sintió mi padre hace casi 40 años, significan algo muy importante: El compromiso que adquiero, que me guía y me guiará siempre, para ser merecedora de estos reconocimientos”.
“La tierra que da nombre al título que me designa como Princesa”
“Tampoco olvidaré la primera vez que, ante el atril del teatro Campoamor, recibí un aplauso tan cálido, que fue como un abrazo. Así que puedo decir que los asturianos me habéis acompañado en muchos momentos importantes de mi vida. ¡Cómo no voy a sentirme a gusto aquí!”, ha recordado con voz temblorosa, haciendo memoria de la primera vez que habló en los Premios Princesa de Asturias en 2014.
Y finalmente, ha agradecido también a los asturianos, “que me habéis arropado siempre, que me regaláis vuestro cariño y me hacéis sentir acogida y feliz en todas las ocasiones”. “Llevo a Asturias en mi corazón y siempre será la patria querida que dice el himno, la tierra que da nombre al título que me designa como Princesa y, por tanto, servidora de España, y el lugar de origen de mi familia materna”, ha comentado.
Para después concluir presumiendo que, “tener sangre asturiana, y eso no solo imprime carácter: es un orgullo y una alegría. Y por eso quería que vosotros, los asturianos, fueseis los protagonistas de estas palabras en este día de reconocimientos y que las sintáis como el abrazo que yo os doy ahora, como aquel que me brindasteis después de mi primer discurso. Muchas gracias”.