Un hombre acude al hospital con “algo en el ojo” y descubren un raro parásito y la infección más larga jamás registrada en Europa

Este particular caso detectado en el norte de Italia ha asombrado a médicos de todo el continente

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Quirófano (SANTYPAN/ ISCTOK)
Quirófano (SANTYPAN/ ISCTOK)

¿Cuánto puede durar una infección? Por lo general, cualquier virus, parásito o bacteria que entra en nuestro cuerpo suele desaparecer a las dos semanas, siempre que se siga el tratamiento recomendado por el médico. Algunas se complican más que otras y el agente externo se queda con nosotros meses. Pero, ¿y si se deja sin tratar? Entonces, la infección puede alargarse casi una década, según acaban de descubrir en Italia.

Que una infección dure tanto no es nada normal. Es, de hecho, la infección más larga registrada nunca en Europa y todo ha sucedido de casualidad. Un hombre de origen camerunés acudió hace unos días al hospital de Camposampiero, en la provincia italiana de Padua (noreste), según ha contado el diario Il Messaggero. El señor le dijo claro a sus médicos: “Tengo algo en el ojo”. Los sanitarios que le exploraron vieron que, efectivamente, tenía los ojos enrojecidos (hiperemia conjuntival), pero sus síntomas iban más allá: el hombre se quejaba de un intenso picor, desgarro e hinchazón en los tobillos y muñecas. Los médicos tenían claro que se trataba de una infección y se pusieron en marcha para encontrar un tratamiento.

El cuadro clínico no parecía corresponderse con una conjuntivitis normal y tuvieron que investigar a fondo, pero finalmente encontraron la causa: un gusano Loa loa. Este parásito es endémico de las selvas tropicales de África Occidental y Central y podría ser una infección común para una persona procedente de Camerún. Lo curioso es que este paciente no había regresado a África en nueve años.

¿Qué es la loasis?

Imagen del gusano Loa loa (Fundación iO)
Imagen del gusano Loa loa (Fundación iO)

La loiasis es una infección por filaria causada por el gusano Loa loat. Se transmite por la picadura de tábanos, insectos chupadores de sangre similares a las moscas azules. El gusano Loa loa, de forma redonda y alargada, puede migrar dentro del cuerpo humano y generar síntomas de infección en la piel y los ojos. De hecho, los seres humanos son el único reservorio natural de este parásito.

Los huevos de Loa loa se transmiten por los tábanos y, una vez dentro del cuerpo del hombre, maduran para transformarse en gusanos adultos en sus tejidos subcutáneos. Estos bichos pueden llegar a medir hasta 70 milímetros en el caso de las hembras, 34 milímetros en el caso de los machos. La mayoría de las infecciones, sin embargo, son asintomáticas.

El diagnóstico

A pesar de que el paciente llevaba casi una década fuera de su país de origen, el diagnóstico fue claro. Normalmente, la loasis se detecta al ver al propio gusano cuando cruza la subconjuntiva del ojo o mediante un análisis de sangre, en el que son capaces de observar los huevos del parásito a través de un microscopio o prueba PCR. En este caso, el diagnóstico fue confirmado mediante pruebas que revelaron la presencia del parásito, a pesar del prolongado tiempo transcurrido desde la última visita del paciente a África.

Para tratar la infección, el hombre fue sometido a una cirugía de precisión en la que el gusano fue localizado y extraído. Durante el procedimiento, el parásito fue primero “dormido” y luego capturado para su eliminación. Esta intervención quirúrgica proporcionó un alivio inmediato al paciente, eliminando la fuente de sus síntomas.

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