Todo lo que cambia en la jubilación anticipada en 2025: cambios en la pensión, retraso de la edad mínima y nuevos coeficientes reductores

La jubilación marca el final de la vida laboral de un trabajador y conlleva el acceso a una prestación contributiva que garantiza una fuente de ingresos para quienes se retiran. Esta prestación, conocida como pensión de jubilación, exige haber cotizado a la Seguridad Social durante al menos 15 años, de los cuales dos deben haberse acumulado antes de solicitar la pensión.

El pasado mes de septiembre, el Gobierno distribuyó más de 6,5 millones de pensiones de jubilación, con un importe medio de aproximadamente 1.445 euros al mes, según los últimos datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Esto representa un aumento de 69 euros en comparación con el mismo mes de 2023, cuando el promedio era de 1.376 euros.

La jubilación anticipada, por su parte, permite a los trabajadores retirarse hasta dos años antes de la edad legal, siempre que cumplan con ciertos requisitos. Entre ellos, haber cotizado un mínimo de 35 años, de los cuales al menos dos deben estar dentro de los 15 años previos a la solicitud de jubilación, y que la pensión anticipada sea superior a la pensión mínima que le correspondería al beneficiario al cumplir los 65 años.

De cara a 2025, se introducen novedades en el sistema de jubilación anticipada. Estos cambios, motivados por la necesidad de ajustar el sistema de pensiones para asegurar su sostenibilidad, comprenden el aumento de la edad mínima para acceder a la jubilación anticipada y la implementación de nuevos coeficientes reductores, especialmente para quienes tienen pensiones teóricas superiores al límite máximo. El propósito de estas reformas es adaptar el sistema de jubilaciones al aumento de la esperanza de vida y prevenir desequilibrios financieros en el sistema público de pensiones.

Como explican desde el Instituto BBVA de pensiones, el próximo 2025, la edad mínima para acceder a la jubilación anticipada voluntaria se retrasará dos meses, situándose en 64 años y 8 meses para quienes hayan cotizado menos de 38 años y 3 meses. Por otro lado, aquellos que hayan cotizado 38 años y 3 meses o más podrán jubilarse anticipadamente a partir de los 63 años.

Este ajuste se debe al retraso de dos meses en la edad legal de jubilación ordinaria, dado que la jubilación anticipada voluntaria puede solicitarse hasta 24 meses antes de la edad ordinaria de retiro.

Es importante tener en cuenta que optar por la jubilación anticipada conlleva penalizaciones mensuales en la pensión. En 2025 se implementarán nuevos coeficientes reductores para quienes elijan la jubilación anticipada voluntaria y tengan una pensión teórica superior a la máxima.

Hasta 2021, el sistema aplicaba una reducción del 0,5% por cada trimestre de adelanto respecto a la pensión máxima, lo que equivalía a una disminución del 4% si la jubilación se adelantaba dos años. Sin embargo, desde 2024, un régimen transitorio ha comenzado a reemplazar gradualmente este sistema, introduciendo coeficientes reductores más altos según los años cotizados y el periodo de adelanto.

Por ejemplo, en 2025, los trabajadores con menos de 38 años y 6 meses cotizados que se jubilen con 24 meses de antelación enfrentarán un coeficiente reductor del 7,40%.