Se le cae la bicicleta eléctrica al agua, la rescata y la batería explota: ahora tiene lesiones graves y quiere una indemnización

Las bicicletas eléctricas son la mejor opción de muchas personas que necesitan de un medio de transporte que consiga deshacerse con facilidad del tráfico y no resulte de mucho esfuerzo, sobre todo para subir las cuestas. Gracias a su pequeño motor, el ciclista solo necesita activar la marcha pedaleando para que la bicicleta prosiga su camino. Un vehículo ideal y ecológico para aquellas personas que se encuentran en las zonas céntricas de las grandes ciudades, conocidas por su intenso tráfico, pero tampoco quieren utilizar el transporte público debido a la gran cantidad de gente que dispone de él.

No obstante, conviene tener ciertas precauciones a la hora de utilizar una bicicleta eléctrica, ya que las baterías están repletas de componentes químicos altamente inflamables, incluso pudiendo llegar a explotar.

Es lo que ha tenido que aprender por las malas Eric, un ciudadano de Toulouse (Francia), cuando estaba dando un paseo por el Canal du Midi. Los hechos ocurrieron en 2023, cuando la bicicleta eléctrica de Eric cayó al agua. Unos minutos más tarde consiguió rescatarla y sacar la batería para secarla y guardarla en su mochila. Pero ya era tarde, el agua había entrado dentro.

“A partir de ahí se produjo la explosión”, ha relatado Eric a TF1. “Después no recuerdo nada”, ha explicado Eric, que lleva un año luchando para conseguir una indemnización por parte del fabricante. “Tengo prendas de presión para comprimir las cicatrices”, ha confesado.

La batería y la mochila de Eric están pulverizadas. Eric sufrió quemaduras de segundo y tercer grado. La explosión obligó a dejarlo en coma durante ocho días y a tres meses de rehabilitación. “Una situación que no se podía esperar”, ha dicho Charlotte Bottati, abogada de Eric, que culpabiliza al vendedor por la falta de información sobre los riesgos de la batería.

La letrada ha señalado que el accidente podía haberse evitado. “No hay ninguna indicación en su manual de usuario de que no deba entrar en contacto con el agua y que pueda explotar, sobre todo si ha estado en contacto con el agua”, ha criticado la abogada.

“No hay riesgo en condiciones climáticas un tanto extremas, como lluvias torrenciales, por ejemplo”, ha afirmado Théo Clerc, comerciante de bicicletas en Toulouse. “Sin embargo, no está previsto nada que pueda ser una inmersión. “Los sistemas de impermeabilización no siempre resisten a la presión del agua”, ha añadido.

Mas allá del sufrimiento físico que sufren las víctimas, la batalla comienza por el reconocimiento del daño causado y de su derecho a una compensación justa. Una lucha que, a día de hoy, lidera Eric, que espera que su situación sirva para cambiar la legislación sobre los nuevos peligros viales, según ViralMag.

Los abogados especialistas han señalado las lagunas en la información al consumidor y han dicho que van a hacer campaña para exigir normas más estrictas de seguridad y responsabilidad para los fabricantes y vendedores.

Si la batería ha sufrido un accidente similar, es mejor “inmovilizar el vehículo y mantener la distancia. Hay que esperar a las personas que puedan intervenir, como los bomberos”, ha indicado Louis Kamecki, el director de Mantenimiento VAE en Toulouse.

Entre las distintas posibilidades de un deterioro de las baterías de litio están: una sobrecarga, un golpe demasiado violento o una variación demasiado grande de temperatura.