Por qué nunca deberías plegar los retrovisores de tu coche: este es el motivo

En los coches más modernos el cierre de los retrovisores es automático, algo que esconde una cara B

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Retrovisor del coche (Pixabay)
Retrovisor del coche (Pixabay)

Los retrovisores son los espejos que nos permiten saber que se encuentra detrás del vehículo. Ya sea para ayudarnos a aparcar, cambiar de carril o de sentido, e incluso, para salir del coche, los retrovisores son indispensables para una correcta y segura manera de circular.

El mundo del motor está en constante desarrollo. Ahora, los coche más modernos han innovado en sus diseños, haciendo que estos espejos se abran o cierren automáticamente cuando el conductor enciende o apaga el coche.

El crecimiento de las tecnologías a bordo y el desarrollo de nuevas maneras de innovar en la conducción han llevado a perfeccionar los mecanismos y los dispositivos de los coches: conexión Bluetooth, sistema para no salirse de las líneas del carril, que el coche aparque solo... son solo algunos de los recientes avances que están viviendo todos los conductores. No obstante, no todos estos avances son tan positivos como se presentan y algunos pueden dejar indefenso a tu vehículo.

Es lo que ocurre con el cierre automático de los retrovisores. En muchos coches, sobre todo en los más modernos, está práctica se ha extendido. Es más, en algunos casos existen botones que permiten hacerlo cuando convengan. Por ejemplo, si el sitio es muy pequeño o hay alguna columna cerca, ha informado El País Motor.

Una recomendación defensiva

A la hora de estacionar el vehículo, no cerrar los retrovisores es una manera de mantener el vehículo más compacto. No se puede hacer nada con los que disponen del cierre automático, pero con los coches más antiguos, muchos conductores optan por plegar los retrovisores para evitar sorpresas indeseadas al día siguiente.

Lo que muchos no conocen es que esta acción puede volverse en su contra. Los retrovisores abiertos hacen que, desde un punto de vista visual, la anchura del coche aumente para el resto de los conductores. de esta manera, a la hora de maniobrar y pasar por el lado del vehículo, lo harán a mayor distancia, manteniendo a salvo la carrocería del vehículo aparcado.

Retrovisores y multas

Cabe recordar que en los coches son obligatorios al menos dos espejos: el izquierdo y el central o los dos exteriores. Únicamente el derecho es opcional. La multa por no cumplir estas normas puede llevarnos a encontrar una sanción de hasta 200 euros.

El mayor inconveniente es que, en función de lo que estipulen los agentes en base al peligro que suponga no tener alguno de los espejos fundamentales, pueden llegar a inmovilizar el vehículo.

Truco para aparcar con el retrovisor

No es cuestionable que todos nos preocupamos por la carrocería de nuestro coche. En este sentido, existe un truco en el que los retrovisores exteriores hacen que sea mucho más fácil aparcar y sea más seguro para las llantas.

El truco consiste en regular el espejo del lado en el que se va a estacionar. Algunos modelos lo hacen de manera automática al meter la marcha atrás indicando con el intermitente donde se quiere estacionar, gracias a los avances tecnológicos. Si no es el caso de nuestro coche, hay que hacerlo de forma manual, bajándolo hasta que se vea la acera y la llanta para no rozar con ella.

A pesar de poder perder otras referencias, como el coche de atrás, siempre se podrá contar con el espejo interior del vehículo para ajustar y cubrir todos los posibles obstáculos. Al finalizar la maniobra, hay que recordar volver a poner los espejos donde mejor corresponda.

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