Las 10 frases más impactantes de Giséle Pelicot: del complejo de inferioridad de su marido a si se siente “más traicionada que violada”

La mujer ha intervenito en los tribunales para dirigirse por primera vez a su marido y señalar algunas de las preguntas más hirientes de algunos abogados defensores

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Gisèle Pelicot llega al tribunal
Gisèle Pelicot llega al tribunal penal de Avignon, Francia, el 23 de octubre de 2024. (Efe/EPA/Guillaume Horcajuelo)

Gisèle Pelicot ha llegado esta mañana al tribunal de Aviñón rodeada de los aplausos y los ánimos de muchas personas congregadas cerca del juzgado. En poco más de un mes, la mujer se ha convertido en todo un referente del feminismo en Francia, y muy probablemente en una figura clave para determinar el futuro de la legislación y la prevención de la violencia sexual en su país y en el mundo entero.

No en vano, más de cincuenta hombres están siendo juzgados al mismo tiempo por violación y otros delitos cometidos contra la integridad de Gisèle. Sin embargo, más allá de ser la víctima de un gran escándalo sexual y familiar, esta mujer ha tomado decisiones tan relevantes como hacer el juicio de cara al público o mostrar los vídeos de las violaciones. Gracias a ello, toda la sociedad ha podido ser testigo de algunas declaraciones realmente impactantes de la mujer, que no ha dudado en mostrarse tan firme como consciente de la importancia que está teniendo su propio proceso.

“Yo tuve al mismo hombre excepcional en casa”

En la audiencia de este miércoles participaban seis de los 50 hombres acusados. Gisèle ha intervenido como testigo durante el juicio, y durante una hora y media, ha pronunciado algunas frases que quedarán en la mente de muchos franceses y francesas. Sin embargo, quizá lo más recordado será el momento en el que se ha dirigido hacia su marido, Dominique, y se ha pronunciado sobre su vida en pareja.

“Fui una esposa feliz y realizada, tuvimos tres hijos y siete nietos. Para mí fuiste un hombre amable y cariñoso, y nunca dudé de tu confianza”, ha empezado diciendo la mujer. “Intento entender cómo este hombre, que era el hombre perfecto para mí, pudo llegar a esto. ¿Cómo pudo traicionarme hasta tal punto?”. Una traición que se agrava si se tiene en cuenta que Gisèle pensaba “acabar sus días” con ese hombre.

“He visto a estas mujeres, estas madres, estas hermanas, declarar en el estrado que su hijo,su hermano, su padre, su marido era un hombre excepcional”, ha señalado. “Yo tuve al mismo hombre en casa. Un violador no es alguien que te encuentras en un aparcamiento a altas horas de la noche. También puede estar en la familia o entre amigos”. La mujer ha terminado, además, apelando de nuevo a Dominique. “Siempre he intentado tirar de ti hacia arriba, hacia la luz. Tú elegiste las profundidades del alma humana. Fue tu elección”.

Algunas preguntas hirientes

Como es lógico, no ha sido un proceso nada fácil para Pelicot, que no solo ha tenido que seguir el juicio contra su propio marido, sino enfrentarse a las duras preguntas de muchos abogados defensores que trataban de desprestigiarla. “El abogado de uno de los acusados dijo: ‘¿En qué momento sintió que estaba cometiendo una violación? ¿Durante la felación o después de la penetración?’”, ha relatado.

“Me sentí como si estuviéramos intercambiando una receta: ‘¿pones la harina antes de los huevos o el azúcar después de los huevos?”. En el vídeo, los hombres la tratan de distinta manera, pasando desde la fuerza bruta a la caricia. “¿Dónde está la diferencia? Me están mancillando”, dicha resumido indignada.

Otra pregunta similar era si, debido a que su marido era quien había facilitado todas esas violaciones sufridas, drogándola y contactando con los hombres a través de internet, se sentía “más traicionada que violada”. “No: traicionada y violada”, ha contestado la mujer. “No hay distinción”.

Dejar de sentirse responsable

Gisèle Pelicot también ha afirmado que actualmente se encuentra “totalmente destruida”. “Me llevará muchos años más, no sé si lo que me queda de vida será suficiente para entenderlo”. Por ello, ha rehusado aceptar las disculpas de algunos acusados tras una pregunta: “Son inaudibles, porque cuando se disculpan, se disculpan ante sí mismos”, asegura la mujer francesa.

También ella tuvo que disculparse consigo misma, o al menos, hubo un momento en el que se autoinculpó por la situación que andaba viviendo. “Se me ocurrió pensar: ‘¿Es que nunca ha superado que se cortara el contrato, que yo tuviera un amante en mi vida?”, ha confesado. Y su propio abogado le ha preguntado si seguía sintiéndose así. ”Hoy no me siento responsable de nada: fui una víctima. pero a las víctimas les cuesta mucho asumirlo”, ha respondido. “Hay cosas que entender y cambiar en cuanto a esta cultura de la violación”.

En el bando contrario están los que aplauden su valentía para contar los hechos. “No es coraje, es voluntad y determinación para hacer avanzar esta sociedad”. Del mismo modo, ha asegurado que también lo hace “porque todas estas mujeres y hombres que son víctimas de violación”. Al principio, de hecho, no quería ir a los medios de comunicación. “He tomado la decisión de levantar esta veda, diciéndome a mí misma que mi ejemplo podría ser útil para otros”.

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