Gisèle Pelicot vuelve a subir al estrado: “Yo también tenía un hombre excepcional”

La mujer que sufrió decenas de violaciones durante nueve años ha vuelto a subir al estrado en la jornada 35 del proceso judicial

Guardar
Gisele Pelicot a su llegada al tribunal penal de Avignon (Francia), este miércoles, donde su exmarido es juzgado. (EFE/ Guillaume Horcajuelo)
Gisele Pelicot a su llegada al tribunal penal de Avignon (Francia), este miércoles, donde su exmarido es juzgado. (EFE/ Guillaume Horcajuelo)

Después de ocho semanas de juicio, Gisèle Pelicot se siente “herida, cuestionada”. La mujer que sufrió decenas de violaciones orquestadas por el que fue su marido ha vuelto a subir al estrado este miércoles, en una nueva jornada a puerta abierta porque “no tenía nada de qué avergonzarme”, asegura. Las agresiones fueron grabadas y archivadas como “abusos” por el acusado principal, Dominique Pelicot, que ha reconocido los hechos. “He sufrido cientos de violaciones y era difícil tomar la decisión de difundir estos vídeos. Pero eso permitía también conocer la verdad”.

La septuagenaria ha aprovechado la ocasión para dirigirse a su exmarido, sin ser capaz de dirigirle la mirada por “la carga emocional” que supone ese gesto. “Tuvimos cincuenta años de vida en común, he sido una mujer feliz y realizada. Tuvimos tres hijos, siete nietos”, ha recordado ante la sala. Para ella, Pelicot fue “un hombre amable y afectuoso” del que nunca dudó. Por eso, pese a haberse preparado durante cuatro años para este proceso judicial, todavía no entiende qué le llevó a actuar de ese modo durante casi una década.

“Intento comprender cómo este señor, que era para mí el hombre perfecto, pudo llegar a eso. ¿Cómo pudo traicionarme hasta ese punto? ¿Cómo pudiste hacer entrar a individuos a mi habitación?”, le ha preguntado. “Voy a tener que reconstruirme: estoy totalmente destrozada. (...) No sé si mi vida será suficiente para llegar a comprenderlo”.

“Yo también tenía un hombre excepcional”

Retrato judicial de Dominique Pelicot (fondo derecha) durante el juicio por las violaciones contra su mujer, Gisèle Pelicot (izquierda). (Benoit PEYRUCQ / AFP)
Retrato judicial de Dominique Pelicot (fondo derecha) durante el juicio por las violaciones contra su mujer, Gisèle Pelicot (izquierda). (Benoit PEYRUCQ / AFP)

Gisèle ha querido dirigirse igualmente a “las mujeres, madres, hermanas” de los acusados, que han declarado en audiencias previas y han defendido que los implicados eran “hombres excepcionales”. “Yo tenía lo mismo en casa”, ha recordado. “El violador no es el que nos encontramos en un parking por la noche. Puede estar también en nuestra familia, entre nuestros amigos, ha afirmado.

“El señor Pelicot preparaba mucho la comida. Le veía como alguien cariñoso, atento”, ha contado la mujer. Ese gesto que ella veía amoroso resultaba clave para que se llevasen a cabo las violaciones: Dominique Pelicot mezclaba en sus comidas y bebidas una serie de ansiolíticos y somníferos que dejaban a Gisèle en un estado cercano al coma. “Me enteré de que me habían violado a mitad del día y eso me hizo dudar. Estaba desayunando en la cocina, un zumo de naranja, miel, mermelada, tostadas, café... Bien podría haberlo echado en mi zumo de naranja o en mi café”, ha comentado.

Ante las preguntas del presidente del tribunal, Gisèle ha valorado la posibilidad de que su exmarido actuase a modo de venganza por su negativa a hacer intercambios de pareja o, incluso, por haberle sido infiel en el pasado. “Me sentí responsable de esa parte de su venganza”, ha admitido, “pero es algo que hemos hablado mucho. Él también tuvo amantes. Nos decíamos: ‘Lo que cuenta es el hoy, que seguimos juntos”.

“Hoy no me siento responsable de nada”

Sin embargo, Gisèle ha asegurado que, a día de hoy, no se siente culpable. “Fui una víctima. Pero a las víctimas les cuesta mucho lidiar con eso, hay culpa”, ha admitido. En ello ha influido el comportamiento de la defensa, ha recordado la mujer. “Me dijeron que era cómplice y consentí. Incluso intentaron decirme que era alcohólica. Hay que ser fuerte para comparecer ante este tribunal penal”, ha observado.

En ese sentido, ha resaltado una de las preguntas de los letrados que le “dolió profundamente”. El abogado de la defensa le pidió que dijese en qué momento se sintió violada. “¿Durante la felación o después de la penetración?”, preguntó. “Tuve la impresión de que intercambiábamos una receta de cocina”, ha asegurado la septuagenaria, que considera la pregunta “insultante”.

“No es valentía, es voluntad y determinación”

Un grupo feminista se reunió el 19 de octubre en Montpellier, sur de Francia, para respaldar a Gisele Pelicot, en medio de su juicio por violación masiva. (EFE)

Gisèle Pelicot espera que este juicio sirva para dar fuerza a otras víctimas de violación. “Que piensen: si la señora Pelicot pudo, yo también”, ha puntualizado. Pero no se considera una persona valiente, como muchos le han señalado a lo largo de las ocho semanas de juicio. “No es valentía, es voluntad y determinación de hacer avanzar esta sociedad”, ha precisado. “Es por eso que vengo todos los días. Sigo los debates de cerca, escucho cosas inauditas. Pero todo hombre tiene derecho a una defensa”, ha considerado.

“Y aguanto por todas esas mujeres y hombres que están detrás de mí hoy. Todas esas mujeres y hombres víctimas de violación en esta sociedad. Ha concluido.

Guardar