Las orcas residentes del sur del Pacífico se enfrentan a un futuro incierto. Este grupo, que se considera en peligro crítico de extinción, ha sido tradicionalmente empleado como un reflejo de un ecosistema en crisis. En un principio, se había culpado de su situación crítica a la reducción de la población del salmón chinook, su principal fuente de alimento. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por la Universidad British Columbia pone en entredicho esta teoría y apunta hacia una nueva dirección sobre la razón detrás de las dificultades que afrontan estos mamíferos.
El estudio ‘La prevalencia del salmón Chinook es mayor para las orcas residentes del sur que para las del norte en las áreas de alimentación de los puntos calientes de verano’, publicado en la revista PLOS ONE, muestra que las orcas residentes del sur tienen el doble de acceso a su principal fuente de alimento. “Realmente nos sorprendió”, señala en un comunicado Andrew Trites, coautor del informe y director de la Unidad de Investigación de Mamíferos Marinos de la universidad.
Los investigadores realizaron un seguimiento de las poblaciones de orcas en el mar de Salish y las aguas al norte de la isla de Vancouver. Descubrieron que a pesar del colapso poblacional del chinook, las orcas del sur todavía tienen acceso significativo a este recurso alimentario. “Parece que el acceso a los alimentos en el mar de Salish, donde hemos implementado todas estas protecciones y restricciones, no es realmente el problema”, explica Trites, que defiende que las causas se encuentran en otros factores.
El factor humano que “enmascara” la comunicación
A pesar de que las ballenas tienen una mejor disponibilidad de presas, Trites indica que eso no significa que puedan acceder a los peces con mayor facilidad y apunta en dirección al la presencia humana. En este sentido, el estudio defiende que el ruido del tráfico marítimo puede “enmascarar” la comunicación entre las orcas e interferir en su capacidad para cazar. “Las orcas son más propensas a encontrar un mayor número de embarcaciones en el mar de Salish que en las aguas del norte de la isla [de Vancouver], lo que podría significar que los salmones son menos accesibles para los residentes del sur que para los del norte, a pesar de que hay una mayor abundancia de chinook”, indica el estudio.
Históricamente, estas ballenas se enfrentaron a amenazas de diferentes tipos. A inicios de siglo XX, las orcas residentes del sur fueron cazadas y, más tarde, capturadas en masa para acuarios. “La población solo recibió un respiro cuando Canadá prohibió la captura de orcas en la década de 1970″, recuerda Trites, que dice que esto añade una capa adicional de complejidad al análisis de sus problemas de supervivencia actuales.
Al evaluar el entorno del mar de Salish, Trites concluyó que “el único que está en problemas son los residentes del sur”. Ricas en nutrientes, estas aguas albergaban históricamente diversas poblaciones de ballenas hasta que la caza indiscriminada casi llevó a la extinción local. Sin embargo, especies como las ballenas jorobadas y rorcuales comunes han encontrado un camino hacia la recuperación. En este contexto, el caso de las orcas del sur resalta como una peculiar excepción, sin una causa clara y definida.