No hace falta decir que la principal razón por la que los futbolistas emprenden un nuevo proyecto deportivo en países árabes es el dinero. Aunque haya jugadores de la magnitud de Cristiano Ronaldo —quien acumula 3 temporadas en la plantilla del Al-Nassr Football Club de la Liga Profesional Saudí— que defienden, continuamente, la competitividad de la liga saudita diciendo que “no es peor que la liga francesa”, la llegada de jugadores de primer nivel procedentes de Europa se debe, en primera instancia, a los salarios astronómicos que les ofrecen los clubes árabes.
Hace unos años, los fichajes de futbolistas desde clubes europeos a ligas menores como la japonesa, qatarí, saudí o la estadounidense, se asociaban a deportistas que estaban encarando los últimos años de su carrera deportiva, con un interés en conseguir más dinero del que obtendrían retirándose en clubes de primer nivel. Ahora, la tendencia resulta en que no solo jugadores en sus últimos coletazos deportivos deciden apostar por estas ligas menores, sino también jugadores jóvenes que tienen futuro aún por delante. Una de las bajas más inesperadas de LaLiga sucedió en el mercado de fichajes de verano de 2023, protagonizada por el joven gallego del RC Celta, Gabri Veiga, quien fichó por el Al-Ahli saudí, tras una campaña deslumbrante en el equipo de su tierra.
Los equipos pertenecientes a estas ligas, como las árabes, cuentan con el apoyo financiero de fondos de inversión que dotan a sus equipos de una fuerza económica incomparable con cualquier liga, lo que hace que puedan ofrecer salarios desorbitados a cualquier jugador que quiera cambiar de aires. En el caso de Arabia Saudí, a través de su Fondo de Inversión Pública (PIF), la monarquía saudí ha gastado más de 6.300 millones de dólares en deporte desde 2021.
Cristiano, con diferencia, el mejor pagado
Uno de los jugadores que inició el éxodo de futbolistas de Europa a Arabia Saudí fue Cristiano Ronaldo. El luso fichó por el Al-Nassr el 30 de diciembre de 2022 y, a partir de aquel anuncio, se sucedió una cascada de fichajes de futbolistas de élite por el resto de equipos saudíes.
Es legítimo que los futbolistas decidan anteponer el bienestar económico suyo y de sus familias, pero esta decisión conlleva críticas de aficionados que no comparten la misma visión del fútbol. Tampoco es extraño que decidan cambiar de aires porque los salarios firmados son, sustancialmente, superiores a lo que cobran en las ligas europeas.
Según un informe publicado por Al Sharq News, con datos de Bloomberg y Forbes, Cristiano Ronaldo se posiciona como el mejor pagado de la liga, con bastante diferencia del segundo. El ganador de cinco Balones de Oro gana 285 millones de dólares, que se desglosan en más de 220 millones en concepto de salario y los 60 millones adicionales en ingresos publicitarios.
La segunda y tercera posición están ocupadas por Neymar y Benzema, respectivamente. El exjugador del Paris Saint-Germain y del Barça tiene un salario de 80 millones y recibe otros 30 millones en concepto de publicidad. Por su parte, el exdelantero del Real Madrid y actual jugador del Al-Ittihad Jeddah Club, Karim Benzema, gana algo más de 100 millones de dólares, de los cuales 4 millones provienen de la publicidad.