Cuerpo plantea que los impuestos a la banca y a la energía sean permanentes para “financiar el Estado del bienestar”

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, confirmó este martes la intención del Ejecutivo de convertir en permanentes los impuestos que actualmente se aplican a los sectores bancarios y energéticos. En una reciente visita a Toronto, el ministro insistió en que esta medida, que inicialmente fue temporal, no ha afectado negativamente a las inversiones en el país. De hecho, subrayó que España ha sido líder mundial en proyectos de energía renovable durante 2023, un claro indicador de que los sectores afectados por estos gravámenes han seguido funcionando con éxito.

Estos impuestos, introducidos en 2022 como parte de un esfuerzo para aumentar la progresividad fiscal y financiar el Estado del bienestar, se han aplicado sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas del sector energético y la banca. El objetivo era que estas grandes corporaciones, que habían registrado ganancias récord en medio de la crisis energética y económica derivada de la guerra en Ucrania, contribuyeran más significativamente a la recuperación económica.

El impuesto extraordinario aplicado a estas industrias busca captar fondos adicionales para hacer frente a los costes derivados del aumento de precios en sectores clave como la energía, así como para mantener el nivel de inversión pública en áreas prioritarias como la sanidad, la educación y la protección social. “La prórroga o el establecimiento de manera permanente de estos dos gravámenes forman parte del acuerdo de Gobierno y estamos ahora mismo precisamente viendo cómo reestructurar estos impuestos para ser capaces de ajustarlos a ese carácter permanente”, declaró Cuerpo en Toronto a la conclusión de una visita oficial de dos días a Canadá.

En sus declaraciones, Cuerpo fue claro al afirmar que la política fiscal aplicada hasta ahora “ha funcionado”. España fue el líder mundial en nuevos proyectos de inversión en energía renovable en 2023, lo que demuestra, según el ministro, que el impuesto no ha disuadido a las grandes corporaciones de continuar apostando por el país. El ministro de Economía añadió que lo que el Gobierno está valorando es cómo conseguir el equilibrio entre “impuestos que contribuyan, a través de una mayor progresividad, a financiar el Estado del bienestar pero también que ayuden a mantener ese esfuerzo inversor que vamos a necesitar”.

A pesar de los buenos resultados, el ministro Cuerpo reconoció que la forma definitiva de estos impuestos permanentes aún debe pasar por un proceso de negociación en el Congreso. Será allí donde se decidirán los detalles finales de cómo se estructurarán los gravámenes para mantener el equilibrio entre la recaudación y el fomento de la inversión.

Un punto delicado en esta discusión es el efecto que podría tener la permanencia del impuesto sobre las inversiones de grandes empresas del sector energético, como Repsol. Esta compañía ya ha expresado su preocupación por el impacto que podría tener la continuación de este impuesto en sus futuros proyectos en España. Sin embargo, Cuerpo se mostró optimista y evitó “especular” sobre posibles decisiones empresariales: “con vistas a mantener ese equilibrio en lo que proporcionan en materia de progresividad y además, hacerlo sin afectar o minimizando el impacto que pueda tener de cara a esos grandes proyectos de inversión que en el caso energético, está muy claro que vamos a necesitar en las próximas décadas”.

Los impuestos a la banca y el sector energético se introdujeron inicialmente en 2022, como parte de un paquete de medidas fiscales temporales diseñadas para aliviar las tensiones económicas derivadas del conflicto en Ucrania y la crisis energética posterior. Estas tasas gravan los beneficios extraordinarios obtenidos por las grandes corporaciones de estos sectores, aprovechando un periodo de incremento de precios y de resultados récord para estas empresas.

El impuesto a las energéticas grava el 1,2% de las ventas realizadas en 2022 y 2023 por empresas que facturen más de 1.000 millones de euros anuales. En cuanto a la banca, el impuesto aplica un gravamen del 4,8% sobre los ingresos por intereses y comisiones de los bancos que ingresen más de 800 millones de euros anuales. Ambas medidas tienen como objetivo redistribuir parte de los beneficios extraordinarios hacia el gasto social, en un contexto de subida de precios y crisis económica que afecta de manera especial a los hogares más vulnerables.

En cuanto a la aprobación de los Presupuestos Generales para 2025, Cuerpo mostró un tono positivo, aunque reconoció la dificultad de las negociaciones en el Congreso. El ministro aseguró que las conversaciones están avanzadas y expresó su confianza en que el Gobierno conseguirá un acuerdo con la mayoría parlamentaria para aprobar las cuentas antes de que finalice el año.

Cuerpo destacó que los presupuestos deben ser equilibrados, manteniendo el compromiso con la responsabilidad fiscal al mismo tiempo que se garantiza el crecimiento económico. Para el ministro, es esencial continuar con la senda de crecimiento que ha hecho que España lidere el crecimiento económico en la eurozona, a la vez que se impulsa la inversión en sectores estratégicos como las energías renovables.