Como todos los años, va llegando a España el momento de despedirse del horario de verano. El primer cambio de hora del país tuvo lugar en 1918 y se convirtió en una práctica definitiva en 1974. A pesar de esto, aún a día de hoy hay gente que se posiciona en contra del cambio horario, pese a que, de no llevarse a cabo, las diferencias en las regiones provocarían situaciones como que, en invierno, amaneciese a las 5 o las 6 de la mañana en la zona mediterránea o que, en verano, el amanecer en Galicia fuese a las 10 de la mañana. Lo que sí es cierto, según la Sociedad Española del Sueño, es que alterar los horarios puede provocar desajustes en los ritmos circadianos, afectando el ciclo de sueño de algunas personas.
La teoría detrás de esta práctica tiene que ver con el ahorro de energía: el hecho de que amanezca antes o después tiene que ver con la posición de la tierra relativa al Sol, que cambia según la época del año. Al retrasar o adelantar la hora, se ajustan los horarios de actividad humana con el objetivo de aprovechar al máximo la luz solar. A medida que avanza el verano, los días son más cortos, mientras que, a medida que pasa el invierno, hay más horas de sol.
El sol tarda una hora en ponerse en todo España
El cambio de hora se producirá en la madrugada del sábado 26 al domingo 27: a partir del domingo, anochecerá una hora antes que durante el horario de verano y los españoles deberán ajustar sus relojes, porque a las 03:00 serán las 02:00. Aunque pueda ser confuso, por lo menos se podrá dormir una hora más, lo que ayudará a reducir la fatiga acumulada y a reajustar el ritmo circadiano, ya que se sincronizará mejor el ciclo de sueño con los patrones de luz natural.
Como la Península Ibérica pertenece en su totalidad a una única zona horaria, los ciudadanos de las distintas regiones experimentarán el recorrido solar a horas distintas: como el sol sale por el este y se pone por el oeste, en España amanecerá antes cuanto más cerca se esté del área mediterránea.
Por tanto, el sol se pondrá primero en Es Castell, en Menorca, la isla más septentrional y oriental de las Islas Baleares, y lo hará sobre las 17:50; y en último lugar en la Costa da Morte y El Cabo Touriñán (Galicia), el punto más occidental de la península, que no es solo el anochecer más tardío de España sino de toda Europa, previsto sobre las 18:40.
No sólo anochecerá antes, claro, sino que el amanecer también será más temprano: en Touriñan (Galicia), el día empezará a las 08:00 horas, mientras que en Menorca comenzará sobre las 07:00 de la mañana.
Útil y productivo, pero ¿a qué precio?
A pesar de tratarse de un ajuste útil si lo que se busca es el ahorro energético, mucha gente lo considera innecesario. Puede provocar el desarrollo de un déficit de vitamina D, una vitamina con un papel primordial en la mineralización ósea en todas las edades. Según señala la Sociedad Española del Sueño (SES), el reajuste horario “altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra el reloj interno, que tarda varios días en reajustarse”. Estos cambios provocan, según la organización, “un sueño insuficiente, desorganizado y de mala calidad”. Además, es habitual que, durante los primeros días del cambio de hora, el ánimo se note ligeramente más bajo por la disminución de secreción de serotonina al disminuir las horas de luz.
Debido a todo esto y, según recoge el Boletín Oficial del Estado en la resolución dictada el 15 de marzo de 2022, el cambio horario tiene los días contados. En esta sentencia se esclarece el hecho de que a partir de 2026 no solo se pretende terminar con este procedimiento, vigente durante más de un siglo, sino que este suceso también podría ocasionar una modificación en nuestro ritmo de vida. Esta disyuntiva surge de la polémica ocasionada en septiembre de 2018 en la Comisión Europea cuando esta expuso una serie de razones para abolir este método llevando a cabo una consulta. En España, hasta un 64% abogaron por el fin del cambio de hora.