El Fondo Monetario Internacional ha elevado 0,5 puntos las perspectivas de crecimiento de España para este 2024, hasta situarla en el 2,9%. Se trata de un dato mayor que el que prevé el Banco de España, que estima que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá el 2,8%, y que las valoraciones del propio Gobierno, que calcula un crecimiento del 2,7%.
Además, este 2,9% coloca España como la economía avanzada que más crece, incluso por encima de Estados Unidos, que se espera que cierre este año con un avance del 2,8% y destaca en una eurozona deprimida que sólo crecerá el 0,8%.
“En la primera mitad del año, lo que hemos visto es que las exportaciones han sido muy fuertes y parte de eso es por el turismo (…) pero también el consumo privado y la inversión pública han sido fuertes”, explicó en una entrevista con EFE la directora adjunta del Departamento de Investigación del FMI, Petya Koeva Brooks.
Según Brooks, este buen dato está motivado también por la inversión pública y “el impacto de algunos fondos de la Unión Europea (UE), que se están absorbiendo”.
Sin embargo, estas favorables perspectivas económicas llegan a España en un momento de agitación política, donde el Gobierno no cuenta con los apoyos necesarios para avanzar con nuevas reformas y donde el panorama político se caracteriza por enfrentamientos intensos entre el Ejecutivo y la oposición, que incluso han llegado a los tribunales por presuntos casos de corrupción.
España destaca en una eurozona deprimida, pero en 2025 crecerá menos
Ha sido en el marco de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, donde la institución ha presentado este martes su informe actualizado sobre las perspectivas económicas globales (WEO, por sus siglas en inglés). En este documento, el FMI ha mantenido sin cambios su previsión de crecimiento para España en 2025, situándola en un 2,1%.
A nivel global, el FMI también ha mantenido su estimación de crecimiento en un 3,2% para este año, aunque ha reducido ligeramente su proyección para 2025, dejándola también en un 3,2%. Estas revisiones se producen en un contexto de creciente inestabilidad global, donde aumentan los riesgos de que las proyecciones se revisen a la baja.
La institución con sede en Washington ha ajustado a la baja sus expectativas para la eurozona, estimando un crecimiento del 0,8% en 2024, una décima menos que en julio, y del 1,2% en 2025, tres décimas menos que lo previsto anteriormente.
Alemania, la mayor economía de Europa, se destaca negativamente en este panorama. El FMI ha reducido en dos décimas su previsión de crecimiento para este año, dejándola en un 0%, y disminuyó en cinco décimas su estimación para 2025, proyectando un crecimiento del 0,8 %.
Respecto a otras grandes economías de la zona euro, el FMI prevé que Francia crecerá un 1,1% tanto en 2024 (una mejora de dos décimas) como en 2025 (una reducción de dos décimas). Por su parte, Italia se espera que crezca un 0,7% en 2024 y un 0,8 % en 2025, tras una leve revisión a la baja.
En el Reino Unido, se estima un crecimiento del 1,1% en 2024 (cuatro décimas más que la proyección anterior) y del 1,5 % en 2025, impulsado por la disminución de la inflación y las tasas de interés, lo que favorecerá la demanda interna.
Estas previsiones se presentan en un contexto de reducción gradual de los tipos de interés. El FMI prevé que el Banco Central Europeo (BCE) realice recortes de 100 puntos básicos en 2024 y de 50 puntos en 2025, lo que situaría los tipos en torno al 2,5 % para mediados de 2025. En cuanto a la deuda pública, se espera que la relación deuda/PIB en la zona euro se estabilice en torno al 88 % en 2024, aunque con variaciones significativas entre los países.
*Noticia elaborada con información de EFE