El Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona ha condenado a dos jóvenes a un año y nueve meses de prisión por coaccionar a un individuo que llevaba la bandera de España durante la celebración del Día de la Hispanidad del pasado 12 de octubre de 2022. La magistrada Inés Hualde Juvera demostró además que en el delito de coacciones existía además el agravante de discriminación, recogido en el artículo 22.4 del Código Penal.
El incidente ocurrió en el casco viejo de Pamplona, donde se celebraba una manifestación organizada por ‘Aske’ bajo el lema “Indar Errepresiboak Suntsitu” (en castellano, “Destruir las fuerzas represivas”), de “ideología diferente a la que representaba” el perjudicado. Según explica la sentencia, que puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial, el altercado comenzó cuando la presencia del hombre con la bandera nacional provocó el malestar entre los presentes en la concentración.
Esto motivó que un hombre comenzara a sacarle fotos, que una mujer entablara una discusión con él y otra persona le lanzara escupitajos. Lo más grave ocurrió cuando uno de los ahora condenados intentó darle un puñetazo a la víctima, mientras que el otro trataba de arrebatarle la bandera al grito de “quita la bandera, que vamos a quemarla”.
La víctima, un hombre de raza negra, declaró sentirse “afectado y humillado” por no poder moverse libremente con la bandera en su propio país. La magistrada determinó que la violencia ejercida tenía como motivación el hecho de que la víctima portaba la bandera española, lo que fue interpretado como un acto de discriminación racial e ideológica. Además de la pena de cárcel, los condenados, ambos de 31 años y residentes en Pamplona, deberán indemnizar a la víctima con 900 euros de manera conjunta y solidaria. Asimismo, se les ha prohibido comunicarse o acercarse a la víctima a menos de 50 metros durante dos años y nueve meses.
Los dos agresores mantienen en todo momento la actitud de pelea
La magistrada ha detallado que para la acreditación de los hechos cuenta con las grabaciones aportadas por Navarra Televisión, así como con los fotogramas de las imágenes obtenidas de las cámaras de videovigilancia del Ayuntamiento de Pamplona. Las grabaciones, según relata la jueza, se intentaron evitar, impidiendo la labor de información tal y como se observa con los insistentes requerimientos de “dejar de grabar”.
Según la magistrada, no hay duda alguna sobre el intento de agresión de uno de los acusados y el intento de arrebatar la bandera por parte del otro. “Se dijo que éste último quería separarle del otro encausado, pero se ve con claridad en las imágenes que le agarra de la bandera y se tira hacia el lateral y no se le sujeta de los brazos o se le empuja para apartarlo. Sus gestos no revelan que quisiera ponerse en medio para evitar una pelea”, subraya la magistrada, que añade que, “además, se observa en las imágenes como llega incluso a ponerse una capucha colocándose detrás del resto de personas que ya estaban interviniendo”.