Vídeos cargados de indignación han inundado las redes en Francia después de que los clientes de la cadena de supermercados Monoprix descubrieran que el chocolate había sido cerrado bajo llave en cajas de plástico como si fueran electrónicos. “Es el colmo del desprecio de clase”, ha comentado un usuario en Twitter. Además, se instaló también una cámara de vigilancia enfocada hacia esa área específica del supermercado. Puede suponerse, entonces, que una o varias personas habían dado el golpe del siglo en la estantería de chocolates después de saquear el salmón en lonchas que también había sido protegido a principios de mes.
El revuelo se debe a que estas medidas de seguridad suelen aplicarse cuando el producto en cuestión es algo de mayor valor, como electrónicos pequeños o productos multimedia. Las cajas antirrobo no duraron mucho ya que debido a la reacción en redes, las autoridades de la cadena las retiraron a las pocas horas. Se trata de una medida que llegó como una reacción a un aumento que ha sido observado reciente en la frecuencia del delito menor de hurto en supermercado, impulsado con toda probabilidad por la inflación, que en el país galo cerró 2023 con un 4,9% de media. Según datos del Ministerio de Interior, citado por BFMTV, el aumento de este delito menor es de un 14%.
Un supermarché Monoprix suscite la polémique en protégeant des tablettes de chocolat dans des boîtiers antivol pic.twitter.com/aZRHkS7Kmm
— BFMTV (@BFMTV) October 12, 2024
Il me bute avec leur anti-vols sur les saumons ! #monoprix#vousabusez pic.twitter.com/MjJGLm5jPm
— KEMAYOU (@al_kemayou) October 11, 2024
Tampoco es un crimen útil más allá del sustento, y no supone pérdidas muy significativas. Ni las onzas ni las lonchas son muy caras ni duran mucho, y precisamente por esto no son los clientes los que suponen un mayor riesgo, ya que no es la única manera en la que se roba en supermercados: recientemente y también en Francia, una dependienta de supermercado ha sido detenida y procesada por fraude tras cobrar tan solo 82 euros por productos con un valor de más de 2.000 repartidos en distintas instancias.
Varias cadenas de supermercados ya instalan alarmas en sus productos
A pesar del revuelo, Monoprix no es la única cadena de supermercados que ha comenzado a poner medidas antirrobo: en un supermercado Eurospar en la localidad italiana de Casarsa de la provincia de Porderone se ha tenido que poner el queso bajo llave. Concretamente, el Grana Padano y el Parmigianno Regianno han sido los productos que, ante el aumento de robos en el supermercado, han de ser pedidos directamente al personal para su compra, en lugar de estar colocados en las estanterías.
Ante esta tendencia de aumentar la seguridad en los productos de supermercado, se dan situaciones que permiten el descubrimiento de trucos y trampas para esquivar estas medidas. Después de que en un supermercado español se vendiese una botella de café con alarma y esta, al saltar, torturase durante cuatro horas a las compradoras desafortunadas, estas optaron por consultar con sus seguidores de TikToK para tratar de encontrar una solución para silenciarla: “Lo hemos tirado a la piscina, lo hemos puesto debajo del grifo, pero no se para. Imposible”, comentó la madre entre risas en el clip. Finalmente, encontraron un método infalible: cubrirla con un trapo y golpearla con un martillo acabó por silenciarla, para sorpresa de nadie. Por suerte o por desgracia, dependiendo a quién se pregunte, no es fácil ocultar martillazos, por mucho trapo que haya, en medio de un supermercado.