Jueves noche. Voces embriagadas y un altavoz decoran el ambiente con canciones de Cliff Richard, Derek and the Dominoes y Rick Astley desde un rincón del bar White Swan. En otra esquina, más tranquila, se sienta un pintoresco grupo de señores octogenarios que, con sus vasos medio llenos de cerveza Stones y Guinness sin alcohol, son tan parte del local como la mesa que ocupan y las sillas sobre las que descansan. Se trata de Paul Haynes, Bill Munden, Ken King, Peter Thirlwall, Brian Ayres y Dick Cotton: seis amigos que llevan toda una vida disfrutando de la compañía mutua y de la atmósfera de sus bares favoritos, demostrando que la edad puede ser sólo un número y no suponer un obstáculo para seguir haciendo lo que se disfruta.
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Según informa la BBC, el grupo de amigos lleva pasando cada jueves reunido desde hace 56 años. Una tradición de noche de pub que, desde 1968 y con, como mucho, dos decenas de excepciones, se ha celebrado cada semana: “es muy, muy raro que nos perdamos un jueves”, dice con orgullo Peter, ingeniero eléctrico jubilado, a lo que añade “a veces, todos estamos de vacaciones y no podemos hacerlo. Si la situación se pone realmente desesperada, podemos quedarnos solo tres”. Dick, por su parte, cuenta con orgullo como “en ocasiones hemos cumplido todos los jueves del año, dos o tres años seguidos. Es bastante impresionante”.
La tradición empezó otrora cuando Ken y Paul aún eran estudiantes, época en la que aprovechaban los tiempos muertos para jugar al golf y, a continuación, tomarse una cerveza. Fue así como, poco a poco, la costumbre se acabó por convertir en una tradición inamovible, y es que, según bromeaba Ken, para faltar por cualquier motivo hace falta una nota oficial de ausencia. Aunque el hecho de que, según cuentan, faltase un miembro por estar de vacaciones, revela que en realidad son mucho más laxos y que, simplemente, a todos les sigue haciendo ilusión y ninguno quiere faltar.
A pesar de que tratan de ser fieles a sus bares de elección, alternando entre pubs de Sheffield y Rotherham para compensar la dispersión geográfica del grupo de amigos, el tiempo lo hace imposible en ocasiones: “yo diría que, en promedio, cada pub permanece abierto durante poco más de nueve años”, explica Peter. “La mayoría de los pubs a los que hemos dejado de ir es porque han cerrado”. Sin embargo, aunque bares hayan abierto y cerrado, e incluso cuando una pandemia internacional paralizó el mundo y, en combinación con el Brexit, provocó una escasez de cerveza en Inglaterra, el grupo de amigos se mantuvo firme en sus tradiciones adaptándose a la situación como todos los demás, a través de Zoom.
56 años de amistad: el privilegio de envejecer junto a tus amigos
Una relación tan duradera como la de este grupo es difícil de encontrar. 56 años son muchos, una vida entera, suficiente tiempo para que cambie el mundo. Y, aun así, el grupo se mantiene fuertemente unido entre sí y a sus tradiciones, a sus bares, y a la cerveza, ahora sin alcohol, la cual es mucho más fácil de encontrar con la nueva tendencia de bares sobrios. No todo es igual que fue, según cuentan los amigos, ya que con el tiempo han cambiado a la par que el mundo y, con ellos, sus conversaciones: “solíamos hablar sobre fútbol y sexo. Ahora hablamos de próstatas y pensiones”, bromea Peter.
Y es que el grupo de amigos se ha esforzado por mantenerse en contacto y no tener motivos para dejar de hacerlo: “nunca nos hemos peleado realmente, ¿verdad?” reflexiona Dick, recordando los largos años de relación en los que pudieron evitar rencillas a pesar de que, como cuenta Paul, “todos somos diferentes. Tenemos opiniones políticas increíblemente opuestas, lo que da lugar a las discusiones más increíbles e ilógicas”. Aun así, los amigos hicieron lo posible por nunca pasar al plano personal y abandonar cualquier discusión sobre la mesa al abandonar el pub. Será por eso que, pese a sumar 17 hijos, 33 nietos, y seis bisnietos entre todos, siguen contando años juntos. Semana a semana, cerveza a cerveza.