La multitudinaria manifestación por el derecho a la vivienda que recorrió el sábado las calles de Valencia se mantiene activa este domingo: tras acabar la marcha, decenas de personas decidieron acampar en la Plaza del Ayuntamiento de la ciudad, donde permanecen todavía. Según reportan medios locales, hay 23 tiendas de campaña, donde los manifestantes han pasado la noche tranquilos y sin que nadie les moleste.
Los organizadores han difundido este domingo un comunicado en el que aseguran que resistirán “todo el día”. Han convocado una asamblea abierta para esta tarde a las 18:00 horas para todos los interesados. “Las clases populares de Valencia demostraron que están dispuestas a luchar contra la especulación y por el derecho a una vivienda digna y a la ciudad de las personas que la habitan, la defensa del territorio, y contra la turistificación”, expresan.
Los campistas han pasado la noche en la céntrica plaza “para dar continuidad a las reivindicaciones y lucha de ayer”, aseguran. “Hemos resistido la noche y continuaremos resistiendo durante el día de hoy”, prosigue el comunicado, que no especifica hasta cuándo durará la acampada. Algunos se han aventurado a compararla con el 15-M.
“Si no tenemos casa, ocuparemos la plaza”
Bajo el tema “Valencia se ahoga” (València s’ofrega), que rememora la riada que inundó la ciudad el 14 de octubre de 1957, la protesta del sábado reunió a unas 15.000 personas, según datos de la Delegación de Gobierno. La manifestación, que se desarrolló sin incidentes, comenzó con cuatro columnas de participantes que partieron desde diferentes puntos de la ciudad y confluyeron a las 18:30 horas en las Torres de Serranos. En este emblemático lugar, algunos manifestantes desplegaron una gran pancarta con el mensaje “por el derecho a un hogar” y una bandera palestina, las cuales fueron retiradas por agentes de la Policía Nacional.
Los manifestantes exigieron la regulación de los precios de los alquileres, la paralización de los desahucios, la creación de un parque de Viviendas de Protección Oficial (VPO) y el cese de la venta de propiedades residenciales al capital extranjero.
En cuanto a la problemática del turismo, los manifestantes pidieron que se declare a València como una zona tensionada, se prohíban los apartamentos turísticos y se regule estrictamente el negocio hotelero. También se expresó la necesidad de dejar de promover la ciudad como destino turístico y detener la llegada de cruceros, así como las ampliaciones del puerto y el aeropuerto.
Entre los convocantes de la marcha se encontraban organizaciones como el Consell de la Joventut, CCOO PV, PSPV-PSOE, Compromís per València, Sumar y Acció Cultural del País Valencià. Es el colectivo València no està en veda (Valencia no está en venta) el organizador de la acampada que todavía se mantiene en la Plaza del Ayuntamiento. “Si no tenemos casa, ocuparemos la casa”, afirmaron anoche.
Los manifestantes han convocado una asamblea abierta para esta tarde y han animado a los interesados “a venir y sumarse a participar de esta lucha”. Asimismo, se darán cita a las 12:00 horas del domingo para un taller de pancartas.
Los campistas han compartido igualmente una lista de necesidades para aguantar el día. Piden esterillas, baterías portátiles, productos de higiene, cosas para hacer sombra, material para pancartas, agua, comida preparada, cubiertos, platos y cuerdas.