Moulay Rachid, hermano del rey Mohamed VI de Marruecos, ha sido objeto de controversia tras las acusaciones de intentar atentar contra la vida de su sobrino, el príncipe heredero Moulay Hassan. Esta acusación, detallada en un análisis del medio francés Afrik, ha reavivado intensas especulaciones sobre la sucesión al trono en el reino alauí. El estado de salud del monarca, quien ha sido visto en pocas ocasiones en territorio marroquí durante el año, añade un trasfondo preocupante a la situación.
Mohamed VI ha pasado prolongados periodos en sus residencias en Gabón y Francia, lo que ha disparado alarmas entre observadores y ciudadanos respecto a su bienestar. Varios medios de comunicación apuntan a que el rey podría estar sufriendo de sarcoidosis, una enfermedad autoinmune que afecta el funcionamiento de varios órganos, según han informado en el digital El Debate. Este diagnóstico potencial se suma a un historial de problemas de salud que incluyen arritmias cardíacas, las cuales lo llevaron a someterse a cirugías en 2018 y 2020, y una operación para extirpar un tumor en el ojo izquierdo en 2017.
Muchos rumores alrededor de la salud del rey de Marruecos
El secretismo que rodea la salud de Mohamed VI ha propiciado un ambiente de incertidumbre y especulación, donde las intrigas sobre la sucesión del trono cobran cada vez más fuerza. Aunque Moulay Hassan, de 20 años, es el sucesor natural, algunos círculos cercanos al poder sugieren que su juventud podría hacer de él un líder vulnerable. En este contexto, Moulay Rachid podría ser considerado como una alternativa más experimentada para guiar al país, especialmente en un momento en el que Marruecos enfrenta desafíos tanto internos como externos.
Las tensiones familiares se han exacerbado por eventos trágicos como la muerte del conductor de Moulay Hassan en 2020. Mientras algunos medios argelinos y franceses sostienen que se trató de un asesinato, otros simplemente lo han reportado como un ataque al corazón. Este incidente, junto con la muerte sospechosa del coronel Youcef El Adadi, un importante aliado del príncipe heredero, han contribuido a aumentar las sospechas sobre las verdaderas intenciones de Moulay Rachid. Aunque fue removido de sus posiciones de poder debido a estos escándalos, su reciente rehabilitación para representar a la monarquía en el funeral de la reina Isabel II en Londres ha generado nuevas especulaciones.
Estabilidad del régimen de Mohamed VI
A pesar de las intrigas y el drama familiar, el régimen de Mohamed VI sigue manteniendo su firmeza gracias al respaldo del núcleo duro del rey y al majzen, el influyente aparato del Estado que actúa como soporte del poder real en Marruecos. Estas estructuras de gobierno, junto con los servicios de inteligencia, son esenciales para asegurar la estabilidad del país en este periodo incierto. La monarquía, aunque cuestionada por rumores y desafíos, continúa siendo una institución central para Marruecos, ofreciendo un sentido de continuidad y orden en un escenario global volátil.
Además de los desafíos internos, Marruecos enfrenta situaciones difíciles en el ámbito internacional. La cuestión del Sahara Occidental sigue siendo una fuente de tensión diplomática, mientras intenta fortalecer sus relaciones con Europa y resistir la influencia regional de otros actores. Estos retos externos amplifican la necesidad de un liderazgo fuerte y unificado, lo cual complica aún más las dinámicas de sucesión en el país.
En este contexto de incertidumbre política y sanitaria, la capacidad de la monarquía para adaptarse y mostrarse resiliente es crucial para el futuro de Marruecos. El reino se encuentra en un punto de inflexión, donde las decisiones y estrategias adoptadas en los próximos años definirán su trayectoria y su estabilidad en un mundo cada vez más interconectado e impredecible.