Artistas, empresarios y personalidades del mundo de la política se han reunido este viernes en San Lorenzo de El Escorial, en Madrid, para “celebrar la cultura y la libertad” y homenajear al escritor peruano y premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. La gala de la Cátedra que lleva su nombre cumple ya cuatro ediciones, ha acogido a más de un centenar de asistentes, que no han querido perderse una cita a la que su hijo Álvaro ha querido definir como de “convivencia, superación de los prejuicios y de la valoración de la cultura”.
El gran ausente, sin embargo, ha sido precisamente su padre, pero su legado no ha dejado de estar presente. “A este evento han acudido personalidades de 15 países, entre España y Latinoamérica. Esto es Vargas Llosa, el poder de convocatoria”, comenzaba su discurso de apertura el director general de la Fundación Internacional para la Libertad, Gerardo Bongiovanni.
Después de una semana marcada por las lluvias en la capital, el temporal ha dado una tregua para la celebración, que ha combinado actividades gastronómicas, del mundo de la tauromaquia y de la literatura. Porque de eso se ha tratado, de una fiesta cultural. Un “refugio” en medio de una actualidad marcada por la polarización y la crispación política.
Precisamente, en nombre de la cultura ha intervenido el escritor y filósofo Félix de Azúa. “La noción de cultura es una de las más usadas en el periodismo y en la vida cotidiana. Ya no es una palabra, es la ruina de algo que fue un monumento”, ha comenzado. El escritor español ha repasado el significado de esta palabra, desde que hacía referencia a una labor, a un trabajo, hasta convertirse en una virtud.
Si Azúa representaba la parte cultural del evento, el líder de la oposición venezolana Edmundo González Urrutia, quien permanece en el exilio desde el 8 de setiembre, se ha convertido en el ‘plato fuerte’ en representación de la libertad.
Edmundo González, el gran protagonista
“Hay personas que buscan incrustarse en la historia. Hay otras a las que les cae la historia sobre los hombros, sin ellos buscarla. Por supuesto, Edmundo es una de esas personas”, así introducía Vargas Llosa a González, un símbolo no solo de resistencia sino de la libertad en Venezuela ante la represión del régimen de Nicolás Maduro. “Todos los amantes te acompañaremos en el momento de recuperar la libertad de tu país”, ha continuado.
Edmundo ha comenzado su discurso entre aplausos y al grito de “presidente”. El líder opositor ha querido acordarse de la otra voz de la oposición, la de María Corina Machado, quien continúa en Venezuela reivindicando la victoria electoral del pasado 1 de agosto.
“El liderazgo de María Corina Machado consagrado en las primarias consiguió levantar un movimiento que se abrió paso hasta hacer posible nuestra gran victoria”, ha reivindicado González Urrutia .”Hemos encontrado la manera de vencer el temor derrotando a la dictadura con sus propias reglas”, ha continuado. El líder de la oposición ha repasado la historia de Venezuela y el camino hacia la democracia. Su discurso ha finalizado con un mensaje hacia el Viejo Continente. “Occidente se juega en Venezuela la defensa de sus valores fundamentales. Esta lucha la vamos a ganar”, ha sentenciado.