Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, en los que los terroristas secuestraron cuatro aviones que estrellaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center, el Pentágono y en un campo abierto en Shanksville, estado de Pensilvania, las medidas de seguridad en las aeronaves aumentaron notablemente. En 2015, otra tragedia aérea sacudió el mundo de la aviación, por la que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) instó a las aerolíneas a tomar una serie de recomendaciones. En este caso, el vuelo 9525 de Germanwings, que salió desde Barcelona con destino Düsseldorf, fue estrellado por el primer oficial (copiloto), quien tenía comportamientos suicidas, causando la muerte de 150 personas, 50 de ellas de nacionalidad española.
El caso, que ha puesto de manifiesto los deficientes protocolos de seguridad con los que cuentan algunas aerolíneas, dirige todas las miradas al vuelo UL607 de SriLankan Airlines, que partía desde Sídney a Colombo —ciudad más poblada de Sri Lanka— el pasado 14 de octubre. Mientras la aeronave sobrevolaba el océano Índico, la primera oficial salió de la cabina para tomar un descanso e ir al baño, dejando al capitán solo sin ninguna persona a su lado. Acto seguido, el capitán del Airbus A330 se enfadó con la actitud de su compañera, por lo que bloqueó la puerta de la cabina, imposibilitando que ella regresara a su puesto.
Tras unos minutos de tensión e incertidumbre, los miembros de la tripulación lograron comunicarse con el capitán por el interfono y lograron convencerle para que desbloquease la puerta. Finalmente, el piloto accedió y el transcurso del vuelo se desarrolló sin más problemas, con destino a Colombo.
Sanción para el capitán
Este incidente en el aire no ha pasado desapercibido para la aerolínea esrilanquesa, ni para la Autoridad de Aviación Civil de Sri Lanka (CAA) —organismo responsable de la seguridad y regulaciones de la aviación—. Ambas instituciones han abierto una investigación contra sendos pilotos y, por de pronto, SriLankan Airlines ha suspendido al capitán.
La aerolínea publicaba un comunicado sobre este incidente en el que se lee lo siguiente: “La aerolínea está cooperando plenamente con las autoridades pertinentes, y el capitán ha quedado en tierra a la espera del resultado de la investigación. La seguridad y el cumplimiento de todos los requisitos reglamentarios siguen siendo las máximas prioridades de SriLankan Airlines”.
Además, este suceso no llega en un momento, económicamente, bueno para la empresa. Todo lo contrario. Con casi 6.000 empleados, la aerolínea es la mayor y más cara de las compañías con problemas financieros del país. Los retrasos recurrentes y la escasez de personal han agravado la situación. En los últimos meses, la compañía se ha visto obligada a suspender algunos aviones por falta de fondos para renovar los motores.
Protocolos de seguridad
La mayoría de las compañías aéreas tienen una serie de normas para los miembros de la tripulación. La más importante de todas consiste en que no se puede quedar una sola persona en la cabina, cuando la otra ha salido para estirar las piernas o ir al baño. Si una sale, debe entrar un auxiliar de la tripulación para acompañar al piloto restante, mientras está fuera el otro.
Además, la mayoría de estándares internacionales establecen que los pilotos solo pueden ser de la cabina por razones fisiológicas.