El Tribunal Supremo ha dictado sentencia favorable en el recurso de casación interpuesto por un ciudadano de Marruecos contra una sentencia previa que le había denegado la segunda renovación de su autorización de residencia temporal en España. La resolución original, emitida por la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia, había desestimado su solicitud basándose en la falta de acreditación de medios económicos suficientes.
El caso se originó debido a que este ciudadano, quien llegó a España como menor no acompañado y estuvo bajo la tutela de la administración pública, solicitó la renovación de su permiso de residencia. La solicitud fue rechazada porque no cumplía con los requisitos económicos establecidos antes de la reforma del Real Decreto 903/2021. Este decreto alteró significativamente las condiciones para la renovación de permisos, permitiendo la consideración de ingresos provenientes de prestaciones públicas y otros programas de apoyo para asegurar el sustento del solicitante.
La representación legal del recurrente argumentó que las prestaciones públicas otorgadas por el Gobierno Vasco para facilitar la emancipación de jóvenes como él deberían ser consideradas parte de los ingresos económicos necesarios para la renovación. Sin embargo, las instancias judiciales iniciales rechazaron dicho argumento, siguiendo la jurisprudencia establecida por una sentencia del Tribunal Supremo de febrero de 2019, que excluía las ayudas públicas de este tipo de cálculo.
La clave para el cambio en el resultado del caso radica en la reforma introducida por el mencionado real decreto, que redefine el cálculo de los medios económicos exigidos, incorporando las ayudas sociales como elementos válidos para el cómputo del ingreso mínimo requerido. Aunque esta reforma no aplica retrospectivamente a casos ya cerrados administrativamente, el Supremo reconoció que el recurrente, al momento de la sentencia, reunía las condiciones bajo la normativa nueva, permitiendo de facto su beneficio aún después de exceder los términos específicos de edad establecidos por la norma transitoria de dicha reforma.
Sentencia relevante del Supremo
El fallo del Tribunal Supremo se centra en dos cuestiones principales. Primero, reafirma que las ayudas sociales pueden computarse como ingresos para la renovación de permisos de residencia en menores migrantes no acompañados, siempre que estos artículos estén al alcance bajo las condiciones renovadas de la norma. Segundo, establece que, aunque este ciudadano no cumplía con el régimen anterior debido a la normativa más restrictiva aplicable a una segunda renovación, la nueva normativa le otorga derechos a solicitar una residencia basada en las circunstancias excepcionales cuando se cumplen los nuevos criterios económicos.
El Supremo ha decidido así anular la sentencia anterior que confirmó la resolución de la Subdelegación del Gobierno de 2019, reconociendo el derecho del recurrente a la prórroga del permiso de residencia solicitado. Con ello, el tribunal no solo redefine los parámetros de elegibilidad para renovaciones de residencia bajo el nuevo marco legal, sino que también responde al vacío interpretativo generado por la normativa transitoria del Real Decreto 903/2021.
Esta decisión tiene implicaciones significativas para buen número de jóvenes migrantes en España, especialmente aquellos que han llegado como menores no acompañados y dependen de ayudas sociales para su sustento. El fallo del Tribunal Supremo refleja un cambio en el entendimiento jurídico de los requisitos económicos para la renovación de residencias, alineándose más estrechamente con la realidad socioeconómica y los programas de integración social activos en varias comunidades autónomas.