Sara Carbonero, muy emocionada al hablar por primera vez sobre su batalla con el cáncer: “Siempre voy a ser una paciente de oncología”

La periodista ha querido abrirse públicamente y mandar un mensaje de esperanza a las personas que sufren la enfermedad

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Sara Carbonero durante su discurso
Sara Carbonero durante su discurso en la gala ELLE Cancer Ball (Instagram/ @elle_spain)

La noche de este miércoles fue muy emocionante pues tuvo lugar la gala ELLE Cancer Ball. El evento tuvo lugar en el Palacio madrileño de Santoña, donde muchas celebridades se juntaron con el objetivo de recaudar dinero mediante subastas y sorteos que irán destinados a la Asociación Española Contra el Cáncer y a la investigación del Cáncer de Mama.

Uno de los rostros más destacados del acto fue el de la periodista y presentadora Sara Carbonero, quien sin poder evitar llorar, dio un discurso muy emotivo. Entre lágrimas, la expareja del futbolista Iker Casillas quiso aprovechar el momento para recordar su propia batalla contra el cáncer de ovario que padeció, y que fue diagnosticado en 2019.

Este evento ha conseguido reunir a personas de todas las esferas sociales por una sola causa, el cáncer, que por desgracia cada vez aumenta su número de casos. En España, al año se diagnostica a casi 300.000 personas. Y es que es muy necesario concienciar a la gente de la importancia que tiene la investigación y la inversión de esta.

Un mensaje muy emotivo

Por primera vez desde que pasó la enfermedad, Sara ha conseguido hablar sobre la misma de cara al público, un acto muy valiente que ha sido aplaudido por los asistentes. Algunos, subían a las redes el emocionante discurso y apoyaban a su amiga, entre ellos, Cristina Pedroche, que publicaba en sus stories de Instagram un video de Carbonero hablando en el atril.

Sara Carbonero en colaboración con
Sara Carbonero en colaboración con una Asociación contra el Cáncer. (POLITICA EUROPA ESPAÑA SOCIEDAD/ CEDIDA TINKLE)

“No ha sido nada fácil para mí tomar esta decisión de estar aquí hoy recogiendo este premio, no por lo que significa que me encanta, sino porque para mí es la primera vez que hablo a corazón abierto y públicamente sobre mi enfermedad, el cáncer”, comenzaba diciendo sin evitar emocionarse, al recoger su premio, que posteriormente Eva González, le recogía para ayudar a la periodista.

“Me ha costado tiempo aceptar, comprender que esto es una carrera de fondo, que siempre voy a ser una paciente de oncología”, aprovechaba para agradecer a Elle y Benedetta por respetar sus tiempos, y que hoy, años después de su diagnóstico haya podido recoger su premio.

Con un vestido blanco largo, del diseñador Juan Vidal, decía: “Quiero lanzar un mensaje de esperanza, de aliento, para toda la gente que esté conviviendo y aceptando esta cruel enfermedad”. Reconociendo, que al enterarse de su diagnóstico se quedó en shock. “Me recomendaron ir a un psicólogo. Pero lo que yo necesitaba era hablar con mujeres que habían pasado por lo mismo y que, diez o quince años después, seguían vivas, fuertes...”, confesaba, entre lágrimas.

El poder del amor

“He aprendido que el poder del amor es lo más fuerte. Y aquí es donde quiero acordarme de todas las personas que han estado a mi lado. Ellos y ellas saben quiénes son. Quiero destacar a mi familia, a mis amigas, a mis médicos y a mi razón de ser, que podéis imaginar quiénes son”, decía haciendo referencia a sus dos hijos, Martín y Lucas.

Y es que el amor en situaciones como estas es fundamental, aunque también muy complicado, pues por ejemplo, en el caso de los pequeños de la casa, hay que saber como gestionar la situación. “No le puedes explicar por qué su madre pasa una semana en la cama después de una sesión de quimio. Y luego, a los 21 días, lo mismo”, y con esas palabras, Sara rompía a llorar.

Lo que ha quedado claro, es que la presentadora de televisión sabe lo duro que es pasar por un duelo como el cáncer y lo que este conlleva. La importancia de hacer donaciones para la investigación que permita en un futuro frenar la curva de casos y sobre todo, ha querido dar ánimos y mostrar su admiración por quienes luchan cada día con la enfermedad.

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