Por qué es importante cocinar con el extractor de humos encendido

La relación de cada cuál con su cocina es diferente. Sin embargo, el invierno llama a pasar más tiempo entre fogones. El frío pide al cuerpo alimentos calientes, la rutina obliga a preparar tápers y muchos quieren tener provisiones en la nevera y en el congelador para los días en los que no tengan tiempo para cocinar nada.

Por tanto, el batch cooking es una práctica cada vez más habitual. Ahora, en este proceso de preparar varias recetas simultáneas la cocina se convierte en un verdadero mundo aparte. Ante esta situación, las campanas extractoras de humo pasar a ser el principal aliado de estas tarde de cocina.

Las campanas extractoras de humo son un elemento muy importante en las cocinas. No sólo por su valor estético, sino también por la función que cumplen dentro del hogar. Y es que estos aparatos contribuyen a mantener un ambiente limpio y saludable, mejorando así la calidad del aire.

Uno de sus principales beneficios es la eliminación eficaz de los olores y el humo producidos al cocinar. Gracias a sus filtros y sistema de ventilación, una campana extractora captura estos elementos y los expulsa al exterior, evitando que se dispersen por el resto de la vivienda.

De igual forma, la campana extractora también juega un papel muy importante en la eliminación de grasa y vapor, dos elementos que tienden a acumularse en las superficies de la cocina, provocando una capa difícil de limpiar. Este dispositivo absorbe la grasa y el vapor, lo que facilita la limpieza y contribuye a la conservación de muebles y electrodomésticos.

Por último, la campana extractora ayuda a mejorar la calidad del aire dentro del hogar, eliminando partículas que pueden resultar irritantes, especialmente para quienes sufren de alergias o problemas respiratorios. Algunas campanas están equipadas con filtros de carbón activado que purifican aún más el aire, contribuyendo a mantener un entorno saludable.

Ahora bien, si te acabas de mudar a un piso y tu cocina no cuenta con una campana extractora, debes saber que existen otras alternativas para mitigar los problemas derivados de la acumulación de humo, olores, grasa y vapor. Estas opciones, aunque no tan eficaces como una campana, pueden ayudar a mantener el ambiente más limpio y saludable.

La ventilación natural es una de las soluciones más sencillas. Abrir ventanas o puertas durante y después de la cocción permite la circulación de aire fresco y contribuye a disipar el humo y los olores. Para que este método sea efectivo, es necesario asegurarse de que exista un buen flujo de aire en este espacio. Paralelamente, colocar ventiladores portátiles cerca de ventanas o puertas puede ser una medida útil para dirigir el humo y los olores hacia el exterior.

Otra opción es instalar un extractor de aire en la pared o en el techo. Estos dispositivos expulsan al exterior el aire cargado de humo y olores. De igual modo, el uso de purificadores de aire con filtros de carbón activado es otra alternativa. Estos aparatos portátiles son capaces de eliminar olores y partículas suspendidas, mejorando la calidad del aire. No obstante, no resuelven el problema del vapor ni de la grasa que se genera al cocinar.

Por último, una limpieza frecuente de las superficies es crucial en cocinas sin campana extractora. Limpiar los muebles y electrodomésticos después de cada uso ayuda a evitar la acumulación de grasa y facilita el mantenimiento de un entorno más higiénico.