El Bosque Finlandés de Rascafría, una ruta de senderismo a una hora de Madrid que permite a los visitantes sentirse transportados a un paisaje sacado del norte de Europa, es perfecto para paseos en familia o en solitario para disfrutar de la naturaleza y desconectar, aunque sea un rato, de su ritmo vital. Es otra de las rutas cercanas a Madrid que, además de ser preciosas, están cargadas de historia.
Este célebre recorrido comienza en el Monasterio de El Paular, un marcador histórico con una arquitectura y dimensiones impresionantes ubicado en la vertiente madrileña de la sierra de Guadarrama. Partiendo desde este monumento se accede a una ruta circular que, tras atravesar el llamado Puente del Perdón, se adentra en las profundidades del bosque de abetos, álamos, y abedules, rodeando al caminante de vegetación frondosa que recuerda a aquella más propia de un bosque escandinavo.
Esta ruta no recibe su nombre tan solo de la vegetación: siguiendo el camino, apto para todos los públicos debido a su baja intensidad y poco desnivel, los visitantes se toparán con una encantadora cabaña de madera con un antiguo embarcadero que, en otros tiempos, se trataba de una sauna finlandesa.
Darse un chapuzón y descansar las piernas
Por si fuera poco, gran parte del recorrido de la ruta se realiza siguiendo el río Lozoya, que aporta un frescor y un ambiente idílico para que los visitantes disfruten al máximo en cualquier época del año. Además, a lo largo del camino uno se encontrará con varias áreas de descanso donde tomarse un respiro, rodeados de aire fresco y con unas maravillosas vistas panorámicas del Valle de Lozoya.
Existen varias opciones, de baja o media dificultad, en cuanto a la ruta en la que embarcarse: la del Bosque Finlandés, de alrededor de 1,5 km y de baja dificultad; la del Puente del Perdón, circular, de 4,5 km, y también sencilla; la del Valle de El Paular, de unos 8-10 km, de dificultad moderada; y la ruta del Mirador de los Robledos, también de dificultad media. Además, es una ruta que, en cualquier caso, puede alargarse para llegar a las Cascadas del Purgatorio, encajonadas por el barranco que forma el Arroyo de Aguilón. Aunque es un destino ideal para cualquier época del año, los tonos marrones y rojizos que cubren los senderos hacen del otoño la estación más bonita para visitarlo. Será cosa de Guadarrama, ya que las rutas que lo recorren suelen ser preciosas en otoño.
Además de su belleza natural, el Bosque Finlandés tiene una historia de especial interés: en las profundidades de este enclave natural, y con la facilidad que supone seguir el camino, los visitantes se toparán con los restos del antiquísimo Molino de Papel de los Batanes, donde en el siglo XVII se imprimieron las primeras ediciones de Don Quijote de la Mancha, entre otras obras literarias de gran importancia. Lo cierto es que Guadarrama está salpicada de rutas preciosas y yacimientos arqueológicos que evidencian la rica historia de la Península Ibérica.
Para llegar a este bosque tan especial, puede viajarse por la A-6 desde Madrid, desviarse en la M-601, brevemente en la SG-615 y, finalmente, conducir por la M-604 hasta Rascafría. Es un trayecto de alrededor de una hora y media en coche o, alternativamente, también factible en ALSA, aunque del doble de duración. Es un destino perfecto para echar el día en contacto con la naturaleza, respirar aire limpio, y estirar las piernas, disfrutando a la par de unas vistas deliciosas.