El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ha fallado a favor de una mujer que solicitaba que se le concediera la incapacidad permanente absoluta, confirmando así la sentencia de instancia y revocando la decisión tomada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
La demandante, nacida en 1981 y con el trabajo de auxiliar de ayuda a domicilio, fue diagnosticada con varios problemas de salud, incluyendo un trastorno depresivo mayor y un trastorno de personalidad conversivo (histriónico), que le generaban episodios severos y frecuentes de crisis conversivas, síncopes, y una falta total de relaciones sociales, con un estado de ánimo muy bajo (apatía, anhedonia). Estas condiciones la mantenían en casa y le impedían realizar cualquier actividad laboral.
Sin embargo, en noviembre de 2022, el INSS la declaró no afecta de incapacidad permanente para su profesión habitual, al concluir que no padecía una condición que la incapacitara de forma permanente para realizar su trabajo ni para desempeñar ninguna otra profesión. Esto obligó a la mujer a llevar su caso a los tribunales.
El Juzgado de lo Social Nº 5 de Badajoz estimó “íntegramente la demanda origen de estas actuaciones judiciales y en su pretensión principal”, lo que llevó al INSS a presentar un recurso de suplicación para intentar revertir esta decisión.
El principal argumento del INSS fue un informe médico forense del 7 de febrero de 2024 en el que se indicaba que las condiciones médicas de la trabajadora no le impedían realizar su trabajo o cualquier otra que no implicara grandes esfuerzos físicos y que consideraban que había tenido poco peso en este primer fallo.
El recurso también subrayaba que, según el médico forense y el informe del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI), las patologías estaban controladas clínicamente, a pesar de sus crisis conversivas y trastornos psiquiátricos.
Sin embargo, el TSJ de Extremadura ha acabado desestimando este recurso, confirmando así la sentencia del juzgado de instancia. Los magistrados han concluido que en la decisión final tenía más importancia el informe psiquiátrico presentado, en el que se detallaba que la trabajadora sufre unas siete u ocho crisis conversivas al día.
Las crisis de conversión
Las crisis de conversión, también conocidas como ataques de angustia, son episodios que se presentan de manera repentina y alcanzan una alta intensidad rápidamente. Estos eventos, que pueden durar desde segundos hasta horas, se caracterizan por una serie de síntomas somáticos como palpitaciones, sudoración, temblores, opresión en el pecho, sensación de ahogo, parestesias, mareos y despersonalización.
Estos episodios son parte de los trastornos de conversión, un fenómeno donde los síntomas físicos no tienen una explicación médica clara y se cree que están relacionados con factores psicológicos. Las crisis de conversión son consideradas seudoconvulsivas, lo que significa que, aunque pueden parecer convulsiones, no tienen una base neurológica identificable.
En el ámbito médico, la responsabilidad de diagnosticar y tratar estos trastornos recae en los profesionales de la salud legalmente facultados para prescribir medicamentos. La información técnica sobre los fármacos se proporciona con fines informativos, y es crucial que los profesionales evalúen cada caso para determinar el tratamiento más adecuado para las necesidades del paciente.
La comprensión de las crisis de conversión es esencial para los profesionales de la salud, ya que estos episodios pueden ser confundidos con otras condiciones médicas. La correcta identificación y manejo de estos trastornos pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes afectados.