Estos son los objetos más extraños olvidados en hoteles y las peticiones más insólitas: desde un lagarto a una bañera llena de agua embotellada

La plataforma Hotels.com publica el estudio anual ‘Hotel Room Innsights Report’, en el que se detallan las historias más extrañas que ocurren en los hoteles: objetos perdidos de gran valor y peticiones al servicio de habitaciones completamente inexplicables

Entrada a una habitación de hotel (Pixabay)

Cuando nos vamos de vacaciones y nos alojamos en un hotel, es frecuente que pongamos menos atención en hacer la maleta para volver a casa. Eso provoca que en numerosas ocasiones dejemos olvidado algún objeto sin importancia en la habitación: un par de calcetines, el cepillo de dientes, quizá alguna joya pequeña debajo de la cama... Sin embargo, otras veces el despiste puede provocar que lo que perdamos tenga más valor o sea más inusual. También recientemente los hoteleros han advertido que las peticiones al servicio de habitaciones son más extrañas: desde grandes cantidades de comida a servicios exclusivos para mascotas. Todo esto lo ha revelado el portal Hotels.com en su estudio anual Hotel Room Innsights Report, en el que los trabajadores de 400 hoteles asociados de todo el mundo cuentan los servicios e historias sorprendentes que ocurren en sus instalaciones.

El estudio concluye que los objetos olvidados más comunes en los hoteles son la ropa sucia, los cargadores de dispositivos electrónicos, el maquillaje o los artículos de tocador, pequeños objetos en los que no se pone demasiada atención para colocar y guardar de nuevo en la maleta. Sin embargo, los datos de este año incluyen una serie de artículos muy curiosos en la lista, algunos de gran valor: los productos más caros perdidos en un hotel han sido un Rolex, un bolso Birkin y un reloj de 6 millones de dólares.

Los dueños de estos objetos posiblemente avisasen al hotel del incidente y reclamasen su devolución, al igual que ocurrió en un caso todavía más insólito: algunos huéspedes olvidan a sus mascotas en las habitaciones del establecimiento, como ocurrió con un lagarto y un polluelo. Otros productos inexplicables que los hoteles asociados a la plataforma han señalado son dos yesos de pierna completa, una olla para arroz (algo insólito si la habitación no cuenta con cocina), un neumático, una licuadora y tuberías de construcción. Además, según los datos del informe, son muchas las dentaduras postizas que quedan olvidadas en los hoteles, un 10 %.

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Una bañera con agua de Evian o una tostada quemada: los servicios más extraños

El estudio también incluye las peticiones más inusuales e insólitas al servicio de habitaciones: “Desde conserjes que tocan la guitarra hasta curanderos de mascotas, los hoteles están satisfaciendo las demandas únicas de los viajeros, que bien podrían convertirse en la norma”, subraya Melanie Fish, vicepresidenta de Relaciones Públicas Globales de Hotels.com acerca del informe publicado este octubre de 2024.

Recepcionistas de un hotel (Pixabay)

Anticipándose a las demandas de los huéspedes, varios hoteles ya han comenzado a incluir nuevos servicios entre sus prestaciones, como tratamientos faciales y de belleza de alta tecnología. Las ofertas sorprendentes que podemos solicitar en algunos hoteles en los que nos alojemos son servicios exclusivos para mascotas (Hotel Sentinel), un conserje que toque la guitarra (Four Seasons de Austin) o una visita guiada y privada al Museo Británico (The Montague on the Gardens, Londres).

Los hoteleros han indicado en el informe de este año que en ocasiones se han encontrado con peticiones desconcertantes como dos kilos de plátanos, un perrito caliente con caviar, leche de cabra fresca, un menú de alérgenos para una mascota (sin gluten y sin lácteos) o una bañera llena de agua de Evian para que un niño pudiese bañarse con agua pura. Algunos trabajadores llevan sus funciones más allá, como es el caso de un empleado que condujo 160 kilómetros para devolver un pasaporte, otro que corrió varias manzanas para entregar unos artículos olvidados antes de que sus dueños saliesen en un crucero o un trabajador que reemplazó el osito de peluche de un niño y escribió un libro detallando las aventuras que había hecho el juguete.

El estudio demuestra que los trabajadores que se encargan de preparar el servicio en los hoteles se enfrentan cada día a peticiones extravagantes y hallazgos sorprendentes en las habitaciones, a veces completamente inexplicables.

En Austria se sirve el menú de hotel más caro del mundo: cuesta 17.000 euros y cuenta con un sorprendente postre.
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