Los famosos ‘simpa’ se ven a menudo en bares y restaurantes. Personas que, por ahorrarse unos euros o por el puro morbo, deciden no pagar la cuenta de lo que han pedido y consumido durante su estancia en un local. puede que resulte algo superficial para estos, pero para el personal que allí trabaja puede convertirse en motivo de desánimo, desconfianza y hartazgo. El disgusto no es solo en relación a las pérdidas económicas, sino al tiempo y esfuerzos dedicados a ofrecer un servicio de calidad a todos los clientes.
A partir de esto, se puede entender mejor la reacción del dueño del restaurante Vecia Osteria Rosa e Baffo, del municipio de Mogliano Veneto (Italia), cuando descubrió que dos de sus comensales se habían aprovechado de su confianza. “Al final de la jornada nos dimos cuenta de que las cuentas no cuadraban”, explicó en declaraciones recogidas por el diario local Il Messaggero. “Entonces nos acordamos de aquella pareja que había cenado con nosotros, marchándose uno y luego el otro”.
Un mensaje lleno de ironía
Por si fuera poco, la cantidad que les faltaba no era precisamente pequeña. 102,50 euros, después de pedir entremeses, carnes y verduras a la parrilla, botellas de vino y hasta un café. Por ello, el dueño del restaurante decidió subir la cuenta de la cena a su cuenta de Facebook y lanzar un mordaz mensaje, una “publicación dirigida a los dos chicos agradables que vinieron a nuestra casa para cenar el sábado 12 y sin querer olvidaron pagar la cuenta antes de salir del lugar por separado, primero ella y luego él”.
“Solo queríamos decirles, seguros de que ambos estaban convencidos de que la cuenta la había pagado la otra persona”, continúa el dueño en el mensaje, “¡que salen muy bien en las cámaras tato internas como externas del local!”. Parece que la pareja se olvidó de comprobar si estaban siendo filmados por algún tipo de dispositivo. “Estamos seguros de que el gesto no fue voluntario y para ello les estamos dando la opción de arreglarlo vía transferencia bancaria, PayPal o Satispay (que garantiza el anonimato con cualquier método)”. De no hacerlo, advierte el dueño, presentará una denuncia “proporcionando las imágenes relacionadas”.
El hombre volvió para devolver el dinero y dio una razón por la que se fueron
A esto añade que, una vez la policía tenga las grabaciones, estás serían “publicadas en nuestras redes sociales”. “Recuerden que no se trata tanto de la cantidad en sí”, termina el hombre, “sino porque por esa cantidad hubo gente que lo dio todo para daros una tarde agradable”. Así termina el mensaje, si bien contiene al final una posdata en la que se detalla que, una vez efectuado el pago, “se emitirá un recibo normal”. Por último, también sube un código QR para la aplicación de Satispay, con el cual, pueden ahorrarse diez euros de la cuenta. “¿Qué más queréis?”.
A los dos días de subir la fotografía del recibo, el dueño del Rosa e Baffo volvió a pasarse por redes sociales para actualizar a todos los usuarios que se habían quedado intrigados por la historia. “Todo resuelto, ¡la persona ha ido al local a saldar la cuenta!¡Gracias a todos por vuestra solidaridad y apoyo!”. Además, el cliente le pidió disculpas reiteradamente y se excusó, alegando que esa noche había surgido un imprevisto y ambos tuvieron que marcharse a toda prisa. El propietario decidió cerrar el asunto.