Sarah Ferguson celebra este martes 15 de octubre su 65 cumpleaños, una fecha muy especial en la que pedirá su deseo mientras sopla las velas, pero también celebrará junto a su familia los muchos motivos que tiene para sonreír. Y es que la exmujer del príncipe Andrés está atravesando un feliz momento después de dejar atrás una de las etapas más complicadas de su vida.
En junio del año pasado, la duquesa de York tuvo que someterse a una mastectomía tras ser diagnosticada de un cáncer de mama durante una revisión rutinaria. Tirando del optimismo y sentido del humor de los que siempre presume, Sarah bromeó en su pódcast sobre su operación apenas dos meses después de pasar por quirófano, desvelando que ha llamado Derek a su pecho reconstruido y Eric al otro. “El pobre Eric de la derecha se siente bastante triste porque no es tan alegre como Derek de la izquierda, pero equilibraré a Eric, no os preocupéis”, dijo.
Pero la vida le deparaba otro revés a la madre de Beatriz y Eugenia de York. Y es que en enero de este año se le diagnosticaba un melanoma maligno después de que su dermatólogo le recomendase revisarse unas manchas en la piel. “Obviamente, un nuevo diagnóstico tan seguido al del tratamiento de cáncer de mama es angustioso, pero la duquesa mantiene el buen humor”, expresó a los medios un portavoz de Ferguson.
Cabe recordar que el doble diagnóstico de cáncer de la exmujer del príncipe Andrés se ha sumado al del rey Carlos III y el de la princesa Kate en un año fatídico para la familia real británica. A pesar de ello, la exnuera de la difunta reina Isabel II no pierde la sonrisa y las ganas de disfrutar de una nueva vida que comienza para ella a los 65 años.
Feliz noticia
Superada ya esa enfermedad, aunque con controles periódicos para detectar cualquier posible recaída, Sarah Ferguson recibía un regalo de cumpleaños adelantado el pasado 1 de octubre. Y es que su hija Beatriz y su yerno Edoardo daban la feliz noticia de que están esperando su segundo hijo en común. “Es una bendición increíble y un abrazo para mi corazón”, escribió en su cuenta de Instagram.
“Querida Beatrice, no hay palabras que puedan expresar la alegría y la emoción que siento mientras tú y Edo se preparan para recibir a otro precioso miembro de su hermosa familia. Volver a ser abuela llena mi corazón de felicidad y gratitud”, le dijo Sarah a su hija en un post. Y agregaba: “Verte crecer como madre ha sido uno de los mayores privilegios de mi vida, y ahora ver a tu familia florecer aún más es una bendición absoluta. Nuestra familia está creciendo, y también lo hace el amor que nos rodea. No veo la hora de conocer a este pequeño y compartir todos los maravillosos recuerdos que crearemos juntos. Todo mi amor”.
El bebé de la princesa Beatriz será el cuarto nieto para Andrés y su exmujer, pues la princesa ya fue madre de Sienna Elizabeth en 2020, mientras que su hermana Eugenia tiene otros dos hijos, August y Ernest. Además, Ferguson tiene una excelente relación con el hijastro de su primogénita, Wolfie, fruto de una relación anterior de Edoardo Mapelli.
Balance positivo
Pese a las turbulencias que ha atravesado en el último año, Sarah Ferguson hace un balance muy positivo de su batalla contra el cáncer. “Creo que me despertó”, aseguraba en junio a la revista Hello!. Y agregaba: “[El cáncer] Me dio una patada en el trasero y me dijo: ‘Bien, ¿vas a empezar a vivir ahora, a los 64 años, o vas a seguir sin vivir del todo?’. No tienes que ser lo que todo el mundo quiere que seas: simplemente sé tú misma”.
En ese sentido, la duquesa confiesa que hasta ahora había ocultado su “enorme personalidad” por miedo al qué dirán, asegurando que la reina Isabel fue una de las pocas personas que la aceptó tal y como es. “Antes de morir, me dijo: ‘Sarah, ser tú misma es suficiente’”, confiesa.
Y es que a lo largo de su vida han estado muy presentes frases como la que le dedicaba su padre: “Eres aburrida”. Y otras como “cállate, nadie quiere saber de ti” o “es demasiado”. Pero en esta etapa que acaba de comenzar, Sarah Ferguson está dispuesta a dejar atrás esas voces y ser ella misma para disfrutar de su nueva vida como escritora, filántropa y abuela. “Ahora ya no me disculpo más”, sentencia en la citada entrevista.