Una mujer ha recibido una carta por parte del Ministerio del Interior donde se le acusa de fraude de identidad después de vivir 22 años en Reino Unido. La mujer, de origen jamaicano, voló a al país en 2002, cuando solo tenía 19 años. Inicialmente tenía una visa de visitante, pero se enamoró y se casó en 2009, legalizando así su situación en la isla obteniendo un permiso de residencia indefinido y, seis años después, el estatus de residente permanente.
Después de un divorcio y un nuevo matrimonio, la mujer, Amika Brown, de 41 años, se convirtió en ciudadana británica y recibió su pasaporte en 2019. Este proceso le ha costado alrededor de 10.000 libras en honorarios. A pesar de ello, el ministerio envió a la madre de tres hijos una carta “traumatizante” hace dos semanas, donde se la amenazaba de despojarla de su ciudadanía británica por fraude de identidad.
Según la correspondencia, el Gobierno ha alegado que la mujer obtuvo su ciudadanía utilizando una falsa identidad, y la ha advertido de que podría ser “expulsada” del Reino Unido y mandada de nuevo a su país. No obstante, la señora Brown insiste en que los funcionarios han cometido un error, indicando que el apellido y la fecha de nacimientos que están impresos en la carta del gobierno son incorrectos.
La madre, ya ha presentado pruebas de su identidad, pero todavía no ha recibido respuesta del Ministerio del Interior. “Esto ha sido absolutamente traumático. Estoy muy estresada. Tengo miedo de que me separen de mi familia en mitad de la noche. Afirman que mi identidad es falsa, pero tengo todas las pruebas de quién soy”, ha declarado Amika Brown al diario inglés Manchester Evening News.
Las pruebas de identidad
Para confirmar su identidad, Amika ha enviado al Ejecutivo británico su certificado de nacimiento, donde se recoge su nombre y se demuestra que nació en 1982 y no en 1979, como se dice en la carta del ministerio. También ha facilitado, adicionalmente, el certificado de nacimiento de su hermano, que sí nació en el año que afirma la correspondencia.
“Esto prueba que tienen una fecha de nacimiento incorrecta, ya que no es posible que su hermano y ella hayan nacido con menos de tres meses de diferencia de la misma madre”, ha explicado la señora Brown. “Lo que más me molesto es que ni siquiera se trató de pedirme que demostrara mi identidad”, ha añadido. “Me acusaron de fraude de inmediato”, ha recriminado Brown. “Estoy muy preocupada porque he visto a personas ser deportadas injustamente antes”, ha insistido.
Especialmente, la madre está preocupada por las repercusiones que puede tener este embrollo en su carrera profesional. La señora Brown trabaja como contable y actualmente se encuentra cursando el título universitario correspondiente para dicho trabajo. “No puedes ser contable si hay algo que te vincule con un fraude. Eso arruinaría toda mi carrera”, ha afirmado Brown.
Actualmente, la mujer vive con su marido y su hija de 10 años de edad en Luton y está teniendo muchas dificultades para establecer contacto con las autoridades. “Solo quiero poder hablar con alguien, pero no hay un número de teléfono directo y mis cartas no han tenido respuesta”.
“Está afectando a toda mi familia. Todos están preocupados. Mi hija mayor, en particular, está preocupada. Si me deportan, la enviarán a ella también. Ha sido horrible que alguien cuestione mi identidad de esta manera”, ha resaltado la señora Brown. “No sé qué haré. He estado aquí toda mi vida. He ido a la universidad y tengo una carrera”, ha dicho Amika.
“Nunca he tenido problemas. Solo quiero que vean que soy quien digo ser”, ha explicado la mujer. El Ministerio del Interior afirmó que el caso sigue abierto y que se está investigando: “Nuestra postura desde hace tiempo es no hacer comentarios sobre casos individuales”, ha añadido un portavoz del Gobierno.