El hombre que tiene 13 carreras, dos doctorados y tres posgrados: “Como bróker hice dinero, pero me cansé y decidí comenzar Fisioterapia”

El español Antonio Monroy ha superado al italiano Luciano Baietti con sus 18 títulos universitarios

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Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un aula universitaria (Kike Rincón / Europa Press)

Se llama Antonio Monroy y ha superado el récord mundial en títulos universitarios. El madrileño, de 53 años, cuenta con un total de 13 carreras, dos doctorados y tres posgrados. El hombre ya se ha graduado en Ciencias Empresariales, Derecho, Fisioterapia, Ciencias de la Actividad Física y Deporte, Criminología, Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas, Psicología, Turismo, Historia del Arte, Trabajo Social, Humanidades, Educación Social, Relaciones Laborales y Recursos Humanos. Pero todavía no es suficiente: actualmente está cursando los grados de Nutrición, Marketing, Geografía e Historia y Comunicación.

No se queda solo en los grados universitarios. Monroy también posee dos doctorados, uno en Economía Financiera y otro en Actividad Física y Deporte, además de un certificado de Aptitud Pedagógica, un máster en Gestión de Instalaciones Deportivas y un diploma de estudios avanzados en Derecho Mercantil. Todo este extenso currículo académico lo compagina con el cuidado de sus tres hijos, su trabajo como profesor y otro en el mercado inmobiliario.

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Con sus 18 titulaciones de estudios superiores, el madrileño ha superado el récord del italiano Luciano Baietti, que a sus 77 años había logrado adquirir 15 diplomas, entre los que incluía varios masters y un doctorado honoris causa.

Estudioso desde la EGB

Monroy recuerda especialmente con cariño su etapa de la EGB. Por aquel entonces, ya era todo un experto en hincar codos. “De hecho, algún profesor me acusó de haber copiado por la literalidad de mis exámenes. Hasta que les demostraba, en sus narices, que era capaz de escribir partes enteras del libro sin mirar”, asegura en una entrevista con el diario ABC. Aunque por aquel entonces la gimnasia se le atragantaba, en la vida adulta también quiso mejorar ese aspecto y se apuntó a estudiar Ciencias de la Actividad Física y Deporte. Terminó siendo el primero de su promoción.

Tras completar Empresariales y Derecho, Monroy trabajó durante seis años en la bolsa, una experiencia que describe como lucrativa pero agotadora. “En aquel tiempo como bróker hice dinero, pero me cansé y decidí comenzar Fisioterapia, adentrarme en un universo más físico”, cuenta en ABC.

Actualmente, Monroy combina su pasión por el aprendizaje con la docencia universitaria y un empleo en el mercado inmobiliario. Su dedicación al estudio no se detiene, ya que sigue ampliando su conocimiento en nuevas áreas académicas. A pesar de su extenso currículo académico, Monroy asegura que no se considera un “empollón” ni siente que sea más inteligente que los demás. “A tesón nunca me ha ganado nadie. En lo intelectual, nunca me he considerado ningún superdotado, pero me esfuerzo más que los demás”, asegura.

Su éxito se debe en gran parte, según Monroy, a los buenos docentes que pasaron por su vida, especialmente los que le impartieron clase en el colegio Santa Ana y San Rafael. “Ellos son los responsables de que haya podido estudiar varias carreras”, afirma. Pese a su pasión por la academia, el profesor considera que “el nivel de exigencia ha bajado muchísimo” en los últimos años, lo que compromete el valor de los títulos modernos. “No dudo de las buenas intenciones que perseguía el plan Bolonia, pero ha resultado ser un auténtico fracaso educativo”, opinó Monroy en la entrevista”.

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