La fiebre de los Sonny Angels arrasa en España, los pequeños querubines virales que superan los 20 euros por unidad: “Quieres tener uno porque todo el mundo lo tiene”

Creados en 2004 en Japón, se han vuelto a poner de moda entre la generación Z gracias a Tiktok y al ‘efecto sorpresa’ que supone de abrir uno de sus sobres. “De pequeños comprábamos cromos y canicas que se ponían de moda. El hecho de ser más mayor y querer hacer lo mismo no me parece para tanto”, cuenta una de las coleccionistas a ‘Infobae España’

Guardar
Los Sonny Angels arrasan en Tiktok (Montaje: Infobae España. @alohaccessories / @muypesadita / Dreams Inc.)
Los Sonny Angels arrasan en Tiktok (Montaje: Infobae España. @alohaccessories / @muypesadita / Dreams Inc.)

La generación Z tiene una nueva obsesión. Al fenómeno de los Sylvanian, los pequeños animalitos peludos coleccionables que llevan meses circulando por TikTok, se les suma ahora otros, que aunque se alejan del reino animal, también han generado un deseo colectivo por hacerse con ellos. Se trata de los Sonny Angel, muñecos con el cuerpo desnud con forma de querubín que miden alrededor de siete centímetros de altura. La particularidad de estos es que cada uno lleva un sombrero o accesorio en la cabeza con forma diferente, como una fruta, un animal, o flor, entre otros, y se pueden colocar en la funda del móvil, en el ordenador o simplemente llevarlos a cualquier parte.

“Me he comprado uno por influencia de TikTok. Como todo lo que sale en la aplicación, al final acabas comprándotelo. Es una red social que te envuelve”, reconoce Rocío Romero Sáiz a Infobae España, joven de 25 años. Ella tiene uno de estos con un sombrero de unicornio, que tiene colocado en la parte superior de la pantalla de su ordenador porque le parece “adorable”. “Me parecían monos, pero me llamaban más la atención los Sylvanian”, cuenta, que se ha comprado su primer Sonny Angel recientemente. “En las últimas tres semanas, al ver que todo el mundo quería uno y todo el mundo hacía unboxings en TikTok, ya me empezó a llamar la atención”, añade.

¿Y por qué los que la generación Z —que a 2024 tienen entre 18 y 26 años— están obsesionados con ellos? La respuesta más simple está en el eslogan oficial: “Puede que te traiga felicidad”, reza en su página web. De origen japonés, fueron creados en 2004 por la empresa japonesa Dreams Inc., y desde entonces han ganado popularidad a nivel internacional. Fueron diseñados inicialmente como “ángeles guardianes” que traen felicidad y protección. En total, como se especifica en la página web oficial, hay más de 600 figuras para coleccionar con numerosas series y colecciones, y están disponibles en versión hippers, que pueden colocarse apoyados en la funda del móvil, o la regular, que aparecen de pie. La gracia de estos pequeños muñecos, al igual que ocurría con los Sylvanian, es el factor sorpresa: se comercializan en sobres y el comprador no sabe qué modelo obtendrá hasta abrirlo.

Para Ana Zamarreño, de 23 años, que ha empezado a crear contenido en TikTok (@muypesadita) tras mudarse de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) a la capital, el proceso ha sido bastante similar, aunque reconoce que al principio “no le veía la gracia por ningún lado”. Sin embargo, eso cambió cuando descubrió un vídeo de una chica —@imjuplu— en la aplicación donde ser recorre diferentes bazares de Madrid para ver cuáles son los más baratos y a qué precio. La diferencia está en que los que se pueden encontrar en estos establecimientos no son verdaderos. Uno de los originales rondan los 20 euros, mientras que uno falso, entre los cuatro y los cinco. En Amazon están disponibles, por unidad, entre los 30 y 40 euros. “Al ver que uno de los bazares estaba al lado de su casa, decidió ir a por uno como “un plan de amigas”.

Una de las cosas más llamativas de estos pequeños angelitos, resalta, es “el factor sorpresa”. “La gracia está en coger un sobre a ciegas y ver lo que te toca”, y por ese motivo ella se graba junto con sus amigos para crear contenido para TikTok. Junto a ellos ya tiene tres, y han formado su “pequeña familia”. Uno de sus amigos “bautizó” a su pequeño querubín y le puso de nombre Cosmo, un ciervo azul. “Son como nuestros hijos. Nos los llevamos por ahí en el bolsito. Si estamos en una terraza, lo sacamos y lo ponemos en la mesa porque es un enano con una cabeza de un animal que hace gracia, es monísimo, transmite como paz. Es cute y ya está”, apunta.

Ambas pertenecen a la generación Z y los han descubierto recientemente después de que se pusieran de moda en TikTok. Sin embargo, otras coleccionistas como Ninfa del Mar Ruiz, de 21 años, los conoció en 2022, también gracias a la aplicación china. “Decidí comprármelos porque, de hecho, era el primer verano que trabajaba”, cuenta. A diferencia de las otras dos entrevistadas, los que tiene son originales y no imitaciones. Sin embargo, este boom ha hecho que su precio suba. Cuando Ruiz se compró por primera vez uno de estos, de la colección de Navidad en 2022, le costó nueve euros, mientras que ahora se venden por unos 20, como en la juguetería Jo Mami Kids, en Asturias. Ahora tiene ya cuatro de ellos, pero no colecciona más. “Llegó un momento que no podía asumir el precio y dejé de coleccionarlos”, reconoce.

La colección de cuatro Sonny Angels de Ninfa (Cedida a Infobae España)
La colección de cuatro Sonny Angels de Ninfa (Cedida a Infobae España)

Ruiz añade que si hay algo que ha contribuido a este boom es que “ahora hay mucha facilidad para conseguirlos”. “En la época donde yo coleccionaba Sonny Angels era mucho más difícil”, y explica que ahora hay imitaciones en Shein y en Aliexpress, así como en bazares. Por esto mismo es por lo que tanto Zamarreño como Sáiz no quieren desembolsar más euros de los necesarios y por lo que prefieren las imitaciones. “No descarto comprarme otro en algún momento, pero si tuviera que comprarme originales desde luego que no porque no estoy para gastarme 20 euros en un muñequito”, añade Sáiz. Zamarreño explica que es consciente de que es “consumista” y que lo hace porque “te crea la necesidad de tener uno porque todo el mundo tiene. Tú también quieres formar parte de eso”, apostilla, haciendo referencia a la cantidad de vídeos que hay sobre los Sonny Angel en TikTok.

Un fenómeno que no entiende de edad

Los vídeos de usuarios abriendo sobres, mostrando sus colecciones y cuartos decorados, se aglutinan bajo la etiqueta #sonnyangel en TikTok que suma casi 145.000 publicaciones. Y es que parte del auge de estos muñecos desnudos viene de los creadores de contenido de la propia plataforma. Sáiz explica que conoció la existencia de ellos hace aproximadamente un año, gracias al creador de contenido James Rodríguez (@thejamesrodriguezzz), español que en esta red social documenta su vida en China, donde reside, así como en los países asiáticos que visita. En diciembre del año pasado, Rodríguez publicó un vídeo haciendo un unboxing de 12 Sonny Angels que le costó más de 100 dólares. El vídeo se hizo viral y a día de hoy acumula más de 200 mil ‘me gustas’ en la aplicación. Otro de los usuarios que los ha hecho conocidos ha sido también creador de contenido DAN! (@lizziemcwhore), experto en cultura pop que acumula más de 1,6 millones de seguidores en la aplicación. Ya en marzo de 2023 hizo un vídeo enseñando su colección, y ya para entonces tenía más de una docena. “Respecto a por qué los tengo, no sé contestarte”, dice en el vídeo, pero añade que llevarlos “se ha convertido en un ritual de buena suerte”.

Este fenómeno de TikTok puede hablarse de los Sonny Angels sin hablar de los Sylvanians. Fue a finales de 2023 cuando comenzaron a ponerse de moda estos pequeños animalitos peludos en forma de conejos, osos, o castores, pero el auge ha tenido lugar durante este año, de la misma forma que los querubines desnudos: a través de TikTok y de los sobres sorpresa, pese a que se lanzaron en 2019. Estos juguetes también fueron creados por una marca japonesa, Epoch, pero nacieron 19 años antes, en 1985. Si para entonces los valores que los alineaban era la naturaleza, el amor y la familia, ahora son mucho más diversos, son homosexuales o neurodivergentes. Carlos Peguer, de 24 años, uno de los responsables del podcast La Pija y la Quinqui, se quejaba en X (antes Twitter) que TikTok le había eliminado un vídeo por “discurso de odio” al llamar “gay” a uno de sus Sylvanian. “Yo no tengo la culpa de que ese Sylvanian sea homosexual”, sentenciaba en otro vídeo de la plataforma.

Pero ni los Sylvanian ni los Sonny Angel entienden de edad. Tanto las personas entrevistadas como consultadas en redes sociales superan la veintena. “De pequeños comprábamos cromos, canicas y otras mil mierdas que se ponían de moda por temporadas y jugábamos, aunque no tuviese ningún tipo de sentido ni fuese útil. Y ahora el hecho de ser más mayor y querer hacer la misma tontería no me parece para tanto”, finaliza.

Duki: “Con TikTok e Instagram la gente quiere la vida del otro y asimila la fama con el éxito”.
Guardar