El campamento militar en el que desde el pasado mes de enero reside la princesa Ingrid Alexandra está viviendo una alarmante situación por los numerosos casos de hemorragias nasales cuyas causas siguen siendo todo un misterio.
La primera noticia sobre este extraño acontecimiento salió a la luz a principios de año, apenas una semana después de la llegada de la heredera al campamento de Skjold, en la provincia de Troms. Ya entonces se hablaba de “varios casos de hemorragias nasales de causa desconocida entre los soldados”, pero ahora la gravedad del asunto parece mayor, pues los casos no solo no han remitido, sino que se han multiplicado.
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Según ha informado el Instituto Noruego de Investigación de Defensa (FFI) en un comunicado, se sigue investigando lo sucedido y se han implantado “varias medidas inmediatas”, pero los episodios de hemorragia nasal han continuado, por lo que se han ampliado las investigaciones. “Necesitamos más datos para encontrar la causa de los problemas de hemorragia nasal en el campo de Skjold”, afirma el investigador jefe del FFI, Frank Brundtland Steder.
El medio noruego Altinget ha publicado que desde el inicio de la investigación se han reportado “aproximadamente 200 casos” en el campamento en el que se encuentra la primogénita de los príncipes Haakon y Mette-Marit, donde forma parte del batallón de ingenieros de la Brigada Norte.
La investigación que trata de arrojar luz sobre las razones tras estas hemorragias nasales comenzó en agosto de 2023. Desde entonces, el FFI ha ido “recopilando y analizando datos a través de encuestas y monitoreo continuo con sensores de calidad del aire, para que podamos identificar actividades y condiciones ambientales que pueden causar el alcance de las hemorragias nasales entre los soldados”, explica Steder.
Aunque estaba previsto finalizar la investigación este otoño, finalmente se ha ampliado ese plazo debido, entre otros aspectos, a que la participación de los soldados en las encuestas es muy baja, sobre todo entre aquellos que no han sufrido hemorragias, una muestra muy necesaria para “encontrar una relación causal”, tal y como afirma el investigador al citado medio.
Alejada de su polémico hermanastro
Mientras se siguen investigando las causas de este extraño caso que ha puesto en alerta al campamento militar de Skjold, la princesa Ingrid Alexandra permanece alejada de Oslo y de la polémica que rodea a su familia. Y es que las acusaciones de violencia de género que pesan sobre su hermanastro, Marius Borg, ya salpican a la familia real y han generado preocupación en la Corona por las posibles consecuencias que este asunto tenga en la imagen de la heredera.
El pasado 17 de mayo, Día de la Constitución noruega, la joven realizaba una entrevista con el periódico NRK, y en ella destacaba que su hermano “era un modelo a seguir” y también alababa “su lealtad hacia sus amigos”. No obstante, el hijo de Mette-Marit actualmente se enfrenta a seis años de prisión por sus acusaciones y los medios de comunicación han a hacerse eco de las palabras de la princesa.
De hecho, el propio editor jefe de la revista, Ulf Andre Andersen, ha lanzado una advertencia a la heredera y a la Familia real: “Como futura reina, debe considerar cuidadosamente a quién elige admirar y qué valores quiere representar. Los modelos a seguir deben reflejar responsabilidad e integridad, y es lamentable que se priorice la lealtad a los amigos por encima de la moralidad y las buenas decisiones”. Y destacan que han intentado ponerse en contacto con la Corte Real y el equipo legal de Borg Høiby, pero nadie ha respondido a sus consultas y preguntas.