La noche de Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca en Madrid, contada por los paparazzi: “Era imposible que esa historia fuera real”

La tarde del 25 de octubre de 2023, el paparazzi Pepelu Dueñas iba a recoger a su hijo a un polideportivo municipal en el barrio madrileño de Retiro. Mientras buscaba un sitio para aparcar, vio a Genoveva Casanova llegando a su casa junto a un misterioso hombre que podría ser su nueva pareja. No dudó en sacar la cámara y disparar. Al comprobar las fotografías que acababa de tomar, no daba crédito a lo que el objetivo había captado: el acompañante de la empresaria era el entonces príncipe Federico de Dinamarca. El resto ya es historia de la prensa del corazón.

Las imágenes de Genoveva y Federico juntos publicadas por Lecturas dieron la vuelta al mundo y provocaron un escándalo que muchos expertos entienden como el origen de la abdicación de la reina Margarita, que se anunciaría apenas dos meses después. El ascenso al trono del heredero y su beso con la reina Mary el día de la proclamación trataron de zanjar el asunto, mientras que la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo optó por desaparecer y aislarse hasta de su propio entorno.

En el tercer episodio de la serie documental Paparazzi, disponible desde este domingo 13 de octubre en Movistar Plus+, desgrana este escándalo internacional de la mano de los fotógrafos que consiguieron aquellas instantáneas históricas tras seguir los pasos de sus protagonistas durante toda una noche.

Esta noticia de trascendencia internacional se conoció de manera totalmente fortuita, tal y como se describe en la docuserie. “Estaba yendo a recoger a mi hijo en su entrenamiento. (...) Venía de trabajar, tenía mi equipo y mi cámara, e intentando aparcar me encuentro a Genoveva Casanova”, relata Dueñas.

El fotógrafo reconoció inmediatamente a la mexicana. “Veo que va acompañada por un chico de su quinta, una posible pareja nueva”. Así, logró captar a Genoveva entrando en su casa junto a su acompañante. Tras ello, visualizó las fotos y se dio cuenta de que lo que tenía entre manos era mucho más valioso de lo que pensaba: “¡Joder, pero si este es Federico, es el de Dinamarca!”, dijo al percatarse de la identidad del hombre.

Pepelu se puso en contacto con la periodista Sandra Aladro y le hizo llegar una de las instantáneas. Ella no podía creerse lo que estaba viendo: “Yo pensaba ‘es idéntico, pero no puede ser, ¿cómo va a ser?’. Era imposible que esa historia fuera real”, relata en el documental.

Ante la trascendencia que tendrían esas imágenes si llegaran a ver la luz, los paparazzi llegaron a utilizar un programa de reconocimiento facial para cerciorarse de que realmente se trataba del futuro monarca danés. Tras comprobarlo, comenzó un seguimiento que se alargaría durante toda la noche.

Pepelu Dueñas, Jon Arrillaga y Ana Baraja fueron los encargados de seguir al heredero danés y la socialité por las calles de Madrid hasta que llegaron al prestigioso tablao del Corral de la Morería. Federico entró primero, mientras que Genoveva le siguió.

Tras cenar y disfrutar de la música, los dos salieron del local y se dirigieron a casa de la mexicana. “Federico bajó primero, fue hacia la puerta, pero en lugar de entrar, hizo como que se pasaba la casa y disimulaba mientras Genoveva venía por detrás. Cuando ella abrió, él se dio la vuelta y se metió”, relata Arrillaga.

En aquel momento, era la una de la madrugada y los paparazzi empezaron a plantearse que el príncipe iba a dormir allí, por lo que pasaron la noche en un coche a las puertas de la vivienda. Efectivamente, Federico no salió de casa de Genoveva hasta las 8:30 de la mañana siguiente. Con una maleta pequeña y una bandolera, el hijo de la reina Margarita echó a andar por la calle Alfonso XII y estuvo unos 4 minutos esperando en una parada de autobús a que llegaran sus escoltas. En total, Federico estuvo casi 20 minutos solo y vigilado por los fotógrafos, un fallo de seguridad que también quedó patente con la publicación de estas fotografías históricas.

La muerte de Lady Di supone una crisis reputacional y económica para los paparazzi. Pese a ello, en un momento en el que la venta de una fotografía parecía imposible, hay temas que siguen generando ventas e interés entre la sociedad española como nuestra monarquía.

La llegada de la telerrealidad a nuestra televisión en la década de los dos mil desemboca en nuevos paradigmas para el negocio: es más fácil que nunca aparecer en la pequeña pantalla y convertirse en un personaje popular. Además, las redes sociales hacen que los personajes públicos puedan ser los propios dueños de la información que quieren compartir.

Las celebrities consiguen dar un paso más allá en la protección de su intimidad y se producen cambios legislativos que limitan la actividad de los paparazzi y los medios de comunicación. La sentencia del caso de Elsa Pataky es uno de los grandes hitos en este sentido.

Además de las fotografías de Genoveva y Federico, el episodio analiza otras de las exclusivas más sonadas de los últimos tiempos con protagonistas como Tamara Falcó e Íñigo Onieva o la llegada de la nieta de Ana Obregón.