Así es como los bomberos apagan el fuego en una freidora

Un experto muestra la práctica que nunca se debe realizar

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Captura de pantalla vídeo @bombero.foodie. (TikTok)
Captura de pantalla vídeo @bombero.foodie. (TikTok)

En los meses de verano, uno de los incidentes más comunes en las cocinas de los restaurantes es que una freidora industrial llegue a incendiarse. Aunque en realidad lo que prende fuego no es la freidora en sí, sino el aceite que contiene, el origen del problema suele estar en el fallo del termostato, un dispositivo encargado de mantener la temperatura adecuada del aceite. Cuando este componente se rompe, el aceite continúa calentándose sin control, alcanzando temperaturas peligrosamente altas y creando las condiciones necesarias para que se produzca un incendio.

En un vídeo subido a TikTok, el creador de contenido @bombero.foodie ha explicado qué es lo que se debe hacer cuando uno de estos aparatos empieza a arder. Para ello, considera que es importante comprender cómo se genera este tipo de incendios y conocer el funcionamiento del llamado “Triángulo del Fuego”, un concepto básico en la prevención de este tipo de accidentes.

“El Triángulo del Fuego”

El triángulo está compuesto por tres elementos: combustible, comburente y una fuente de energía o calor. En el caso de la freidora, el aceite actúa como combustible, el aire es el comburente (específicamente el oxígeno que contiene) y el calor, que puede provenir de una chispa o del propio calor residual, es la energía de activación que pone en marcha el incendio.

Cuando el aceite alcanza temperaturas superiores a los 250 °C, se generan vapores inflamables, entre los que destaca una sustancia conocida como acroleína. Estos vapores, al entrar en contacto con una llama o cualquier fuente de calor, pueden provocar un incendio. Sin embargo, esta no es la peor de las situaciones. El peligro se agrava si el aceite continúa calentándose sin control, ya que puede llegar a los que se conoce como “temperatura de autoignición”, punto en el que el propio calor acumulado por el líquido es suficiente para que se incendie sin necesidad de una fuente externa de ignición.

Lo que el bombero nos quiere hacer ver es que el aceite no requiere siempre de una chispa o llama para arder. Si alcanza la temperatura de autoignición, el propio calor acumulado será el culpable de que se produzca el fuego.

Qué hacer ante un incendio de aceite

Ante un incendio provocado por aceite, la primera reacción (errónea) de muchas personas es intentar apagar el fuego con agua. Sin embargo, esto puede acabar en desastre. Al echar agua sobre aceite caliente, el agua, que es más densa, se va al fondo del recipiente, donde se evapora instantáneamente al entrar en contacto con el calor, generando una explosión de vapor que expande el aceite en llamas por el ambiente, agravando el fuego.

La clave en estas situaciones es enfriar el aceite lo más rápido posible, pero de una manera segura y sin ponernos en peligro. Una de las opciones es echar más aceite frío, lo cual diluye el calor. No obstante, la técnica económica y efectiva, a pesar de que pueda perecer una “locura” tal y como reconoce el experto, es introducir cubiertos de metal en el aceite porque absorberán el calor y reducirán la temperatura del líquido.

@bombero.foodie 📖 EXPLICACIÓN 👇AQUÍ 👇 Un servicio muy común en verano es que la freidora de un restaurante eche a arder. Aunque realmente lo que arde es el aceite que contiene, el termostato que debe mantener la temperatura se rompe y calienta el aceite sin parar. ¿Qué pasa realmente? Para que se forme FUEGO, debe completarse lo que se conoce como Triángulo del Fuego, formado por: Combustible (aceite en este caso), Comburente (aire, oxigeno concretamente) y una Energía de Activación (Chispa o Fuente de calor). Si Combustible y Comburente, (en este caso Aceite y Aire) se encuentran en las cantidades y temperaturas idóneas (250ºC aprox.), al acercarle una llama (Energía de Activación) el aceite arderá. Realmente no arde el aceite en sí, si no los "vapores del aceite", concretamente una sustancia que se llama Acroleína. Total, aceite muy caliente + mechero, arde. Peeeero se da un caso, en el que no hace falta mechero para que arda, y es que el aceite se caliente a niveles extremos llegando a su "Temperatura de Auto-Ignición", en la cual el aceite está tan caliente que no le hace falta una fuente de calor externa para arder, el mismo calor que ha acumulado hace que arda. Dependiendo del tipo de aceite esto se produce entre 320-380⁰C. Y esto es la teoría destras de estos fuegos. ¿QUÉ HAY QUE HACER? 👉 Enfriar el aceite. Y para esto NUNCA echaremos agua. Una forma de enfriarlo es echar más aceite, o una forma más económica: echar cubiertos dentro. El metal de los cubiertos absorbe calor del aceite y hace que baje su temperatura. Tapamos el aceite con una lona para ahogarlo (quitarle el aire), pero al destaparlo como sigue caliente vuelve a prender en contacto con aire. Poco a poco, cuánto más cubiertos echamos, más se enfría, hasta que baja a una temperatura en la que al destaparlo ya no prende por si solo. Así resumido es la explicación. Otro día explicaré que hacer si te pasa con tu sartén en la cocina, pero guárdate esta premisa: NUNCA echar agua al aceite, Quitar la sartén del fuego (desconectar la freidora también sirve) y siempre intentar taparlo con un trapo húmedo o una tapa ✌️ #Bomberos #Malaga ♬ sonido original - BOMBERO FOODIE 🌶️🔥🚒

Una premisa clave

Otra medida efectiva es intentar “ahogar” el fuego, es decir, privarlo de oxígeno. Esto se puede hacer cubriendo la freidora o la sartén con una lona o un paño húmedo, lo que sofocará las llamas al impedir el acceso de aire. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, mientras el aceite siga caliente, al retirar la lona o el paño, el fuego puede volver a prender al entrar en contacto nuevamente con el oxígeno del aire.

Si este tipo de incidente ocurre en una sartén en casa, lo recomendable es apagar el fuego o desconectar la fuente de calor lo antes posible, y cubrir la sartén con un trapo húmedo o una tapa. Pero, sobre todo, recordar siempre una premisa clave: nunca echar agua sobre un incendio de aceite.

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