Una española que vive en República Dominicana explica qué cosas ha aprendido desde que se mudó: “Valoro mucho más la altura de una palmera que la de un rascacielos”

Sofía Tapia, una joven española que se ha mudado a este país del Caribe, explica que una de las cosas que más valora “son los aprendizajes que te llevas”

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Playa las Ballenas, Las Terrenas, Samana, República Dominicana.(Sergi Reboredo/Sipa USA)
Playa las Ballenas, Las Terrenas, Samana, República Dominicana.(Sergi Reboredo/Sipa USA)

Entre las dificultades que conlleva mudarse a otro país, el proceso de adaptación al estilo de vida y las costumbres locales suele ser una de las más comunes. Este ajuste es esencial para integrarse y llevar una vida plena en la nueva sociedad. Además, permite adquirir una visión más amplia al comparar las experiencias vividas en distintos lugares.

Esto es lo que le ha ocurrido a Sofía Tapia, una joven española que lleva seis meses viviendo en República Dominicana, que a través de su cuenta de TikTok (@sofia.tappiaa) algunas de las lecciones más importantes que ha aprendido desde que se mudó al Caribe.

El primer gran aprendizaje que Sofía resalta es el de “vivir el momento”. Llegó a República Dominicana desde Madrid, acostumbrada “a un ritmo de vida acelerado”. Al principio, este cambio fue un reto para ella, ya que se sentía frustrada con la lentitud que, según relata, caracteriza la vida cotidiana en el país. “Cuando llegué venía con un ritmo muy acelerado de Europa y al principio me estresaba”, relata en el vídeo. Sin embargo, con el tiempo ha comprendido que ese nuevo ritmo caribeño le ha permitido disfrutar más de cada instante y valorar la vida desde otra perspectiva. “Las cosas suceden, pero de forma distinta, al paso”, explica. E

Sofía señala que esta forma de vivir no significa que las cosas no se hagan, sino que se abordan con una filosofía distinta.

Vivir el momento y apreciar las cosas sencillas

Otro aprendizaje clave que Sofía ha experimentado durante estos seis meses en República Dominicana es la importancia de las cosas sencillas. “He aprendido a valorar la importancia de tomar conciencia de lo afortunados que somos por cada amanecer, por cada día que vivimos y por tener salud”, cuenta en el vídeo. Este cambio en su visión de la vida le ha permitido tomar mayor conciencia de lo afortunada que es.

El tercer punto que destaca Sofía es el contraste entre la naturaleza y las construcciones humanas. Si bien antes valoraba la grandiosidad de los edificios en las ciudades, ahora se encuentra fascinada por la belleza natural de República Dominicana. “Valoro mucho más la altura de una palmera que la de un rascacielos”, dice, subrayando la forma en que la naturaleza ha redefinido su concepción de lo que le impresiona. Para Sofía, los paisajes naturales de la isla, sus playas y su vegetación son un “regalo” que la ha hecho cambiar su percepción sobre la vida urbana.

Al hacer un balance de sus primeros seis meses en República Dominicana, Sofía concluye que lo más valioso de la experiencia no son solo los paisajes o el cambio de ritmo, sino el aprendizaje que ha hecho tras comenzar una nueva vida. “Haciendo balance de mis primeros seis meses viviendo en República Dominicana, creo que lo que realmente enriquece una experiencia de vida como esta son los aprendizajes que te llevas”, finaliza en el vídeo.

En los comentarios, la mayoría de usuarios que son y viven en el país están de acuerdo con las afirmaciones de la joven: “Aquí pasa de todo pero todo su tiempo. Así es República Dominicana”, afirma @ana123g20.

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