Las condiciones laborales en España han llevado a muchos jóvenes a emigrar a otros países para intentar labrarse un futuro fuera de nuestras fronteras. De la misma manera, este tipo de contenidos en los que comparten su experiencia en diferentes lugares ayudan a personas en redes sociales que están interesadas y quieren conocer más sobre sus condiciones laborales y nivel de vida en otras partes del mundo. Sin embargo, trabajar por cuenta propia cambia según los países.
Y este es el caso de Sara, una valenciana que vive en Basilea, en la triple frontera de Suiza, Alemania y Francia, y que cuenta su día a día a través de su cuenta de TikTok, @honolalab. “Vivo en Suiza y cruzo la frontera para comprar algunas cosas, pero la gente que vive en Alemania y en Francia también la cruzan”, ha explicado anteriormente en otros de sus vídeos. Ella también trabaja en Basilea, y como ha explicado recientemente en un vídeo, la red social, ser autónoma en Suiza presenta una serie de ventajas.
Una de las principales ventajas que menciona es que los autónomos en Suiza no están obligados a pagar el IVA hasta que no superan los 100.000 francos suizos de facturación anual, unos 106.500 euros al cambio. Esta cifra representa un alivio económico considerable para aquellos que están comenzando su actividad o que tienen ingresos moderados. En cambio, este límite será de 150.000 francos suizos para aquellas empresas sin ánimo de lucro, según ICEX España, que se integra en la estructura del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa.
En comparación con otros países europeos, donde los trabajadores por cuenta propia deben cumplir con obligaciones fiscales desde el primer momento, esta política suiza permite a los autónomos disponer de mayor margen para invertir y crecer en sus negocios antes de enfrentarse a cargas fiscales.
El reto del papeleo en alemán
Sin embargo, no todo es positivo. Al final de su relato, Sara señala que uno de los mayores inconvenientes de ser autónoma en Suiza es que la gestión del papeleo se realiza en alemán. Aunque Suiza es un país multilingüe, el alemán es el idioma predominante en ciudades como Basilea, lo que puede representar un desafío para quienes no dominan la lengua. A pesar de este obstáculo, Sara asegura que está “muy contenta” con el sistema suizo y con su experiencia como autónoma.
Como indica el Ministerio de Trabajo y Economía Social español, en Suiza no existe un régimen específico de Seguridad Social para los trabajadores autónomos. Es el organismo responsable de la recaudación de las cotizaciones sociales quien debe determinar, en cada caso, si el solicitante puede ser considerado como autónomo. Según la Oficina Central de Compensación (ZAS) de Suiza, las cotizaciones de asalariados o autónomos corresponden al 10,1% de su ingreso, y se añade un 5% de gastos administrativos a la cotización debida.
Actualmente, en España, la cuota que debe pagar cada trabajador autónomo se determina aplicando un porcentaje del 31,3 % a la base de cotización que elija, que puede estar entre el valor mínimo y máximo establecido para su tramo. La cuota mínima que se paga actualmente es de 230,15 euros (para los tramos de hasta 670 euros), mientras que la máxima asciende a 542,13 euros (para los tramos de 6.000 euros o más).