La influencer María Pombo está a punto de cumplir 30 años, y una cifra así debe de celebrarse por todo lo alto. Por eso, la madrileña ha planeado una espectacular fiesta en Punta Cana junto a todos sus amigos. La fecha, que será el próximo jueves 17 de octubre, no es moco de pavo, así que este día lo va a pasar rodeada de sus seres más cercanos y queridos en un lugar paradisíaco. Según ha informado la revista ¡Hola!, María ha estado organizando este evento durante semanas, asegurándose de que sea una experiencia inolvidable.
El grupo de 24 personas que la acompañará, compuesto por amigos íntimos y familiares, partirá rumbo al caribeño destino de República Dominicana a principios de la semana. Entre los asistentes estarán su marido, Pablo Castellano, y su “hermana” Gabi Pombo. También figuran en la lista nombres como Bea Gimeno, quien acaba de regresar de su luna de miel, Ale Navas, Laura Matamoros, Marcos Plaza Retamosa y María Fernández Rubíes, todos del círculo cercano de la creadora de contenido.
Sin embargo, no todos podrán asistir a esta celebración. Algunos compañeros como Tomás Páramo y María García de Jaime no podrán estar presentes debido a compromisos laborales en Madrid. Además, sus hermanas Marta y Lucía también faltarán por motivos personales, entre los que se encuentran la reciente maternidad por partida doble de la primera. Aunque, a pesar de las ausencias, el ambiente promete ser de pura diversión y alegría.
Sus acompañantes han comenzado a compartir esta experiencia en redes sociales hace solo unas horas, ya que han recibido un kit con todo lo necesario para el viaje. Entre los regalos que les han llegado se encuentran los vuelos, unas chanclas de la marca Havaianas, un cámara desechable Kodak, una pulsera de la nueva firma de Alejandra Navarro Basanta con Moncollier, protectores solares de La Roche-Posay y, por último pero no por ello menos importante, una carta de María Pombo. En ella, la influencer les confiesa: “Si estás leyendo estoy es que eres una de esas personas que quiero tener cerca el día de mi 30 cumpleaños. ¡Has las maletas que nos vamos a República Dominicana!.
Los invitados disfrutarán de una estancia en un exclusivo resort de lujo con todo incluido, donde tendrán acceso a una serie de actividades pensadas para que no falte la fiesta en ningún momento. Entre las propuestas que tendrán a su disposición se incluyen excursiones en barco y una visita al famoso parque acuático El Dorado Water Park, reconocido como el más grande del Caribe.
La otra cara de su vida
La celebración culminará el mismo día del cumpleaños de María con una gran fiesta en honor a esta nueva década en su vida. La influencer, que cuenta con tres millones de seguidores en Instagram, ha querido comenzar sus 30 años rodeada de amigos, sol, mar y aventuras. Y es que, el comienzo de una nueva etapa en su vida es un respiro para la creadora de contenido. Ya que, a pesar de los grandes lujos con los que cuenta gracias a su éxito en redes sociales, no todo es color de rosa. Hace unos días, la madrileña compartía con sus seguidores que la enfermedad que sufre sigue provocándole una gran preocupación.
En 2020, a María Pombo le fue diagnosticada esclerosis múltiple, una afección con la que ya estaba familiarizada, ya que su madre también la padece. Desde entonces, ha convivido con la enfermedad, enfrentando sus desafíos, aunque ha confesado en varias ocasiones que, afortunadamente, su situación está bajo control. A pesar de los temores iniciales que surgieron cuando recibió el diagnóstico, especialmente porque acababa de descubrir que estaba embarazada de su primer hijo, María se siente agradecida de poder llevar una vida prácticamente normal.
A lo largo de estos años, María ha optado por hablar de su experiencia con la esclerosis múltiple en ocasiones puntuales, puesto que prefiere mantener su vida privada al margen. Sin embargo, este viernes, a través de sus redes sociales, la influencer compartió una foto haciéndose las uñas, lo que provocó un comentario crítico por parte de un seguidor que decía: “Qué suerte que tengas esos momentos. Hay gente que no sale de un hospital”.
Ante este comentario, María respondió con humildad, reconociendo que la persona tenía razón y que se siente muy consciente de su sus privilegios. “Soy muy afortunada de poder llevar una vida normal, incluso de hacer cosas tan simples como arreglarme las uñas. Lo agradezco todos los días”, escribió en sus redes sociales.
No obstante, también quiso mostrar una parte más realista de su situación. Junto a un vídeo en el hospital realizándose pruebas, explicó que no suele publicar esos momentos porque no se siente cómoda grabando en esos lugares. Añadió que, aunque no pase mucho tiempo en hospitales, “también acumulo cositas en mi mochila. De todas formas, gracias porque no está mal recordar (aunque yo lo haga de forma constante) la suerte que tenemos de vivir con normalidad”.