La curiosa contestación de un restaurante a una queja de un cliente porque su hijo se echó a llorar al ver lo pequeña que era su hamburguesa: “Yo también me habría echado a llorar”

La anécdota ha sido compartida por el conocido perfil de X (antes Twitter) de Soy Camarero (@soycamarero), y los comentarios de sus seguidores no han tardado en aparecer

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 Un niño comiéndose una hamburguesa. (Shutterstock)
Un niño comiéndose una hamburguesa. (Shutterstock)

Uno de los planes de ocio que más nos gusta a los españoles, tanto si lo hacemos con amigos o en familia, es salir a comer fuera. Los españoles nos gastamos, de media, unos 1.331 euros al año en restauración, aunque la cifra varía dependiendo de la comunidad autónoma. Y, aunque cada persona tiene sus gustos y preferencias, en la mayoría de los restaurantes podemos encontrar diferentes estilos de comida, y de maneras de elegirla: tanto si se prefiere un sitio con bufé libre, poder elegir platos y raciones a la carta, o decantarnos por un menú cerrado en el que tener la posibilidad de escoger diferentes combinaciones, aunque sea algo más limitado.

Si acudimos a algún sitio para comer en compañía de los más pequeños de la casa, seguramente ellos serán los más estrictos a la hora de decidir la comida. Las opciones en los menús infantiles suelen ser comidas sencillas y deliciosas, como macarrones con tomate, filete empanado con patatas, y algún postre dulce con mucho chocolate. Sin embargo, algo que sin ninguna duda tienen en común los platos para los niños, es que suelen ser más escasos que los de los adultos.

Esto, en algunas ocasiones, suele ser un problema. Así fue el caso de un hombre que acudió con sus dos hijos al Restaurante TT Tapería, en el que pidió hamburguesas para todos, para el pequeño escogió una hamburguesa pequeña y para el mayor otra de tamaño normal. Después de comer allí, el padre dejó una mala reseña en internet, con una nota de tan solo una estrella, y con un comentario poco amistoso: “El niño al ver su hamburguesa se echó a llorar. Solo digo eso…”. Pero el disgusto del pequeño no fue porque la hamburguesa estuviera mala, sino por su tamaño.

“¡Hola! El niño se echó a llorar porque le pedisteis una mini hamburguesa (50 g) y a su hermano mayor una Wagyu (200 g) después de deciros 3 veces que la hamburguesa mini era muy pequeña, yo también me habría echado a llorar la verdad. ¡Un saludo!”, fue la respuesta del restaurante al la desafortunada nota. La anécdota ha sido compartida por el conocido perfil de X (antes Twitter) de Soy Camarero (@soycamarero), y los comentarios de sus seguidores no han tardado en aparecer.

“Al menos el niño ya sabe quién es el hijo favorito”, ha respondido una usuaria, mientras que otra ha confesado sentirse “compungida por ese niño al que los padres discriminan”. Otro perfil se ha dirigido al restaurante y ha preguntado que “entonces ¿para quiénes preparan esas mini hamburguesas si no es para los niños?”.

Como explicación, otro usuario ha dicho estar de acuerdo con el local porque “probablemente esa mini hamburguesa esté de entrante o aperitivo, no de menú infantil. Y los padres ya estaban avisados. La culpa es de quienes no saben criar. Bravo por la respuesta”.

La publicación de Soy Camarero ya cuenta con más de 73.000 me gustas en la red social, y un hilo con más de 100 comentarios.

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