A lo largo de la historia, los cometas han sido objeto de asombro y misterio, capturando la atención tanto de astrónomos como del público en general. Uno de los más famosos es el cometa Halley, conocido por su aparición periódica cada 75 años. Este cometa, que fue documentado por primera vez hace más de 2.000 años, sigue siendo uno de los fenómenos celestiales más esperados. Sin embargo, a pesar de su renombre, Halley no es el único cometa digno de admiración. En el vasto universo, muchos otros surcan el cielo, como es el caso del C/2023 A3, el más reciente invitado que iluminará nuestros cielos este octubre.
Este cometa, descubierto a principios de 2023, ha sido calificado como el “cometa del siglo” por la excepcionalidad de su visita. El C/2023 A3 proviene de las profundidades de nuestro sistema solar y nos visita por segunda vez tras un viaje de millones de años luz. Este cometa sigue una órbita extremadamente larga y, en su trayectoria actual, se acercará a la Tierra hasta unos 70 millones de kilómetros, un hecho que lo convierte en un espectáculo astronómico de gran relevancia. A partir de este 12 de octubre, gracias a su magnitud de brillo, será visible a simple vista en el hemisferio norte, ofreciendo una oportunidad única de contemplarlo.
El cometa podrá ser observado sin necesidad de instrumentos especializados. Su brillo permitirá que los entusiastas del cielo nocturno lo vean a simple vista, ofreciendo un espectáculo inusual. El cuerpo celeste aparecerá como una bola de fuego con una larga cola que se extenderá en el horizonte. Aunque su cola es débil, en los primeros días de su máxima visibilidad, como el 14, 15 y 16 de octubre, será posible observarlo mejor, justo después de la puesta del sol, alrededor de las 19:32 horas.
A diferencia de los meteoros, que cruzan el cielo rápidamente, este cometa tendrá un movimiento lento, pareciendo suspendido en el cielo y cambiando de posición de manera casi imperceptible noche tras noche. Según Bill Cooke, jefe de la Oficina del Entorno de Meteoroides de la NASA, su desplazamiento será visible a lo largo de varias noches, ofreciendo más tiempo para su observación. El tiempo de visibilidad aumentará progresivamente hasta que, tras el 25 de octubre, comenzará a alejarse y perder brillo, haciéndose difícil de observar sin la ayuda de telescopios.
Impacto de los cometas en la astronomía
Los cometas han sido durante siglos objetos de gran interés en la astronomía. En parte debido a su rareza y a la espectacularidad de su aparición, estos a menudo han sido interpretados como presagios o fenómenos misteriosos. Hoy, la ciencia ha descubierto mucho sobre su naturaleza, revelando que son cuerpos helados procedentes de los confines del sistema solar. Los cometas, compuestos por hielo, polvo y rocas, se vuelven más brillantes cuando se acercan al Sol, ya que el calor evapora el hielo, creando una atmósfera brillante y la icónica cola.
Observar el cometa C/2023 A3 será una experiencia única, pero para aprovechar al máximo su aparición es recomendable seguir algunos consejos. El primero es buscar un lugar alejado de las luces de la ciudad. La contaminación lumínica es uno de los principales obstáculos para observar cuerpos celestes, por lo que cuanto más lejos estés de áreas urbanas, mejor será la visibilidad del cometa. Además, es preferible situarse en un lugar elevado, lo que permitirá una visión más clara del horizonte. Otro punto importante es asegurarse de que no haya obstáculos visuales como edificios, montañas o árboles que bloqueen la vista hacia el horizonte oeste, que es hacia donde aparecerá el cometa.
Una de las características más fascinantes de los cometas, especialmente de aquellos como el C/2023 A3, es la incertidumbre sobre si volverán a ser visibles desde la Tierra. Los cometas de periodo largo, como este, siguen órbitas extremadamente elípticas que los llevan a los confines del sistema solar, lo que hace que sus visitas sean increíblemente esporádicas. En el caso del C/2023 A3, podría tardar miles o hasta millones de años en regresar, o incluso no hacerlo nunca más.