Ducharse una vez al día no es perjudicial. Todo lo contrario, ayuda a mantener un buen cuidado personal. Ahora, las duchas no deberían superar los cinco minutos. Así evitaremos perder a los microorganismos que protegen la piel. No obstante, la protección cutánea va mucho más allá.
Cada vez que utilizamos una toalla para secarnos, los microorganismos, bacterias y hongos presentes en nuestra piel, junto con restos celulares y secreciones corporales, pueden transferirse al tejido. Aunque estos microorganismos no suelen causar problemas en la piel, al llegar a las toallas encuentran un entorno ideal para su desarrollo. Las toallas húmedas ofrecen las condiciones necesarias: una temperatura cálida, humedad, oxígeno, un pH similar al de la piel y nutrientes provenientes de los restos celulares y secreciones, lo que facilita el crecimiento de patógenos. Por tanto, para una buena higiene personal, es necesario tanto el aseo propio, como la limpieza de las toallas de ducha.
Cada cuánto tiempo tiene que lavar la toalla de la ducha
Farmacéutico Fernández utiliza sus distintos perfiles de redes sociales para divulgar contenido relacionado con la salud general. Así, es frecuente que en sus cuentas de Instagram o TikTok se hable del tema de la limpieza. De este modo, el influencer ha dedicado un video competo a hablar de la importancia de la higiene en lo que a toallas de baño y cocina refiere. Esta publicación acumula más de 43.000 me gustas.
Entre tanto, este creador de contenido advierte que tanto las toallas de baño como los trapos de cocina son “el refugio perfecto” para la proliferación de microorganismos que pueden causar enfermedades cutáneas y gastrointestinales. En el video, el farmacéutico explica que cuanto más tiempo se deja pasar sin lavar las toallas, mayor es el riesgo de que aparezcan bacterias de este tipo. Fernández cita un estudio en el que se analizaron toallas sin lavar durante una semana en diferentes hogares. Los resultados mostraron que el 89% de las toallas contenía bacterias asociadas a enfermedades leves, mientras que un 25% albergaba bacterias que podrían provocar enfermedades graves.
Por esta razón, subraya la importancia de lavarlos y secarlos adecuadamente como medida preventiva. Sin embargo, es este punto cuando surge una cuestión clave:”¿Cada cuánto es lavarlas a menudo?”, pregunta Fernández, que no tardaría en desvelar la respuesta. “La conclusión definitiva es cambiarla cada tres o cuatro días, especialmente en verano”, explica. Ahora, esta no es la única indicación que se presenta.
Por qué no debes compartir tu toalla de ducha con otra persona
“Nunca compartir toalla”, sentencia el farmacéutico. La razón es simple, compartir la toalla de ducha con otra persona puede aumentar el riesgo de transmisión de bacterias, hongos y virus que pueden causar infecciones cutáneas y otros problemas de salud. “Si uno de los dos tiene una infección, piojos o algo peor, la posibilidad de trasmisión es un montón”, explica.
En consecuencia, para evitar riesgos, lo más recomendable es utilizar una toalla personal y lavarla con frecuencia. En este sentido, para lavar una toalla de manera eficaz, es recomendable utilizar agua caliente, idealmente a unos 60°C, para eliminar bacterias y microorganismos. Es importante revisar las instrucciones de lavado en la etiqueta para asegurarse de que la toalla soporta esta temperatura sin dañarse.